Messi volvió para ser decisivo

El Barça sigue teniendo en su capitán, Leo Messi, un jugador imprescindible. El argentino regresó ayer a los terrenos de juego después de cumplir los dos partidos de sanción (Cornellà y Elche) tras ser expulsado en la final de la Supercopa de España y lo hizo a lo grande: empató el partido y fabricó la jugada del gol que dio la victoria al conjunto azulgrana.

Da igual que Messi evolucione sobre un campo en un césped en malas condiciones, como da igual que delante tenga a un equipo de rutilantes estrellas o uno de Segunda División, como el Rayo Vallecano, que plantó cara y cayó con todos los honores. Messi siempre es Messi, en todos los escenarios y contra todos los rivales.

El ‘10’ se puso el mono de trabajo y empujó como el que más. Quiere la Copa, como la quiere todo el equipo y la afición. En su debut en la competición del KO esta temporada, Messi no pudo entrar con mejor pie. Marcó el 1-1 e intuyó la jugada del 1-2 habilitando a su compañero Jordi Alba para que asistiera a De Jong. Antes, al inicio del segundo tiempo, pudo anotar de falta directa, pero su lanzamiento, con mucha intención, se estrelló en el travesaño, el tercero después de que De Jong y Riqui Puig, en el primer tiempo, también chocaran contra la madera horizontal del marco del Rayo.

Messi, en cualquier caso, sigue siendo una pesadilla para el equipo de la franja roja: 11 partidos, 11 victorias y 18 goles. Consolidó, por otra parte, el Pichichi del Barça con 15 dianas en todas las competiciones, seis más que Griezmann, el segundo máximo anotador del equipo con 9 goles.

El rosarino queda a un gol de los 650. Lleva 649 en 754 partidos. Y suma ya 527 victorias. En Copa también atesora un nuevo récord al convertirse en el jugador del Barça con más partidos en esta centenaria competición: 76 partidos con el de anoche en Vallecas, uno más de los que los que jugó el mítico Josep Samitier (75). Iniesta se quedó con 73, Piera con 71 y Xavi, con 70.