FC BARCELONA

Messi ya tiene medio Balón de Oro

La decepción de la temporada pasada ha renovado la ambición de Leo Messi y con su recuperación el equipo está a un paso del triplete 

Leo Messi ya tiene cuatro trofeos y busca el quinto

Leo Messi ya tiene cuatro trofeos y busca el quinto / sport

Dídac Peyret

El tropiezo del Madrid ante la Juventus ha allanado a Messi el camino hacia su quinto Balón de Oro. El decepcionante tramo final de campaña del conjunto blanco penaliza a un Cristiano Ronaldo que ya tiene imposible ganar los tres grandes títulos. Todo lo contrario que un Messi que es la cara más visible de un Barça exuberante, aspirante a lograr un tridente que confirmaría la vigencia de un ciclo ganador.  

Lo experimentó un Bayern que sufrió la versión más demoledora del ‘10’. Nadie como Guardiola –partícipe de su explosión en el pasado, víctima ahora de su regreso a su mejor versión– para explicar el impacto del argentino “Yo estoy muy contento de que haya vuelto, es un privilegio ser contemporáneos de este tipo. Es algo irrepetible. Lo he visto fino, lo he visto rápido, lo he visto competitivo. Ha vuelto a ser el que era cuando yo tuve el privilegio de disfrutarlo”, explicó el técnico del Bayern.

También Luis Enrique se encoge de hombros cuando analiza el rendimiento de La Pulga. “Es un placer ver a Messi cada día. Es un jugador de otra dimensión”. Hay partidos que son un buen termómetro para valorar una temporada. Hay incluso momentos que definen a los futbolistas. Y ese momento, esta temporada, fue para Messi el segundo tanto al Bayern en el Camp Nou. 

UN INSTANTE PARA LA HISTORIA

El tanto fue una invitación al Balón de Oro, porque pocos goles resumen tan bien la vigencia del ‘10’. Messi rompió a Boateng con un recorte indescriptible y segundos después tiró una vaselina delicada con el pie derecho frente a Neuer, todo un coloso, en las semifinales de una Champions. El gol fue celebrado por el Camp Nou como en la Edad de Oro, de nuevo un escalofrío, por el escenario, y por la sensación de ser testigo de algo irrepetible. Un gol, el décimo este curso en la Champions League, los mismos que Ronaldo, a la espera de ver qué ocurre en Berlín.

Más allá de las cifras, donde ambos están a años luz del resto de jugadores, crece la sensación de que Messi ha dado un paso más en la influencia en el juego. Su dorsal está más justificado que nunca, porque el argentino se ha convertido en el eje del juego azulgrana. Ausente Xavi –convertido en una pieza secundaria en el Barça de Luis Enrique– el equipo late al ritmo del argentino, más intervencionista que nunca. Mientras Cristiano crece como realizador, Messi aspira a cotas más altas: convertirse en el termómetro del equipo. El argentino lidera el Barcelona de los delanteros y filtra un juego que ha ganado en velocidad sin perder el interés por la posesión.

La decepción del curso anterior parece haber renovado la ambición del argentino, más fino, más enchufado, decidido a recuperar su mejor versión con una alimentación cuidada al detalle y una preparación medida por Rafel Pol, preparador físico del staff de Luis Enrique.

El resultado es una temporada para enmarcar en la que ya suma 53 tantos, dos menos que Cristiano, a la espera de ver qué ocurre en los últimos partidos (Messi jugará dos partidos más). Una lucha que sigue viva  en la Liga (42 para el portugués; 40 el argentino) y en la Liga de Campeones (10 para cada uno, a la espera de la final de Berlín). Una rivalidad de la que ambos se retroalimentan, como ocurrió en el pasado con deportistas como Magic y Bird, Senna y Prost, o ahora Márquez y Rossi. 

El Barcelona vive del momento de Messi, un deportista histórico que desde que irrumpió en el primer equipo ha contribuido decisivamente a que el club azulgrana sume 21 títulos por los del 10 del Madrid, a la espera de conocer el desenlace de esta temporada. Unas cifras históricas que subrayan la hegemonía de un Barça para la historia a lomos del que para muchos ya es el mejor futbolista de todos los tiempos.