Messi, superpichichi y superstar

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Leo Messi fue reconocido ayer en el Convent dels Àngels con dos de los Premios Marca 2018: el Pichichi (al mejor anotador) y el Di Stéfano (al mejor jugador). El azulgrana se llevó los dos galardones más preciados de la Liga 2017-18 y dejó claro que sigue reinando en el mundo del fútbol.

Y no aspira solo a mantenerse sino a seguir haciendo historia. Así, una de las marcas que puede igualar esta temporada es la que ostenta Telmo Zarra desde la campaña 1952-53. El mítico delantero del Athletic Club conquistó entonces su sexto trofeo Pichichi, una etiqueta que no se ha podido colgar ninguno de los grandes artilleros que le precedieron.

Sin embargo, 66 años después, el récord de Zarra está ahora al alcance de Leo Messi. El crack del FC Barcelona, que ayer recibió su quinto Pichichi, pelea por el sexto y ya suma 9 dianas, las mismas que su compañero Luis Suárez. Messi, partido a partido y gol a gol, está haciendo historia en el torneo de la regularidad. Fue el primer jugador en superar la barrera de los 300 goles y solo le faltan ocho para derribar la de los 400. Su paso por la competición será recordado eternamente.

El más grande

El rosarino igualó la pasada temporada con delanteros de gran estirpe como los inigualables Alfredo Di StéfanoEnrique Castro “Quini” Hugo Sánchez, todos ellos reyes del gol y poseedores de cinco trofeos Pichichi. Messi empezó a hacer temblar los cimientos del Pichichi cuando superó a Raúl González (autor de 228 goles) en febrero de 2014, cuando anotó su tanto 229 ante la Real sociedad.

Después, en el clásico del 3-4 (marzo de 2014) avanzó a Hugo Sánchez (234). Y en noviembre del mismo año, en un Barça-Sevilla (5-1), dejó atrás a Zarra (251). A partir de ahí (hace ya cuatro años), Messi no se ha detenido y cada gol que ha anotado en Liga ha supuesto un nuevo récord. Y ya suma 392 en 428 partidos.

Además de goles, Messi, que también ganó su sexto Trofeo Di Stéfano, es sinónimo de buen juego, de asistencias, de no perder balones, de generar juego, de asociarse siempre con precisión... Un jugador indispensable para desequilibrar en momentos complicados, ya sea con un regate, una conducción vertical o un pase de aquellos que solo el argentino es capaz de ver. De ahí que sea todo un superpichichi.