Messi sella un vínculo eterno con Maradona

La celebración de Messi en recuerdo de Maradona

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Se quitó la camiseta Messi y debajo había la de Newell’s. Su querido Newell’s de Rosario con el 10 que lució Maradona en su breve etapa rojinegra. Qué gesto de Messi. Qué homenaje tan íntimo. Qué forma de hacerle una jugarreta a la muerte y renovar un vínculo ya eterno. 

El momento fue emocionante, como lo son las cosas sinceras, y por un momento nadie pensó que ahí se estaba jugando un Barça-Osasuna. Un partido de Liga un 29 de noviembre de 2020, el año que murió gente inmortal. Messi miró al cielo, alzó sus dedos, y en el silencio de un Camp Nou vacío, tocó la fibra del mundo del fútbol.

Era el cuarto gol del Barça para cerrar un partido a pedir de boca que se recordará como el del homenaje de Messi a Maradona. El heredero marcó tras una jugada marca de la casa y el equipo logró el objetivo. Reaccionar y empezar a recomponerse en LaLiga. 

Lo necesitaba un Barça que se definió más que nunca por sus delanteros. A veces Koeman parece tan pragmático que solo se preocupa por las áreas. Cuando acaba el partido, explica victorias y derrotas a través de defensas y atacantes. Y cuando hace el equipo apenas repara en el mediocampo. De entrada, dos centrocampistas puros, y si el asunto se complica, tira de delanteros como el que gasta todos sus ahorros a toda prisa. 

El Barça de Koeman

En eso Koeman no engaña a nadie: es directo en las ruedas de prensa y su equipo no se ande por las ramas en el campo. Quiere un Barça vertical, que ya no está para procrastinar más en LalLiga, y cuida a sus atacantes.

Entre ellos un Griezmann, que parece haber dejado atrás la amargura. Solo hace falta verle celebrar los goles: vuelve a parecer un niño que se divierte con lo que hace

Ya lo tiró con algo de sorna Zubizarreta durante el partido: “Una conversación con Valdano puede liberarte de muchas cosas”. Y algo de diván parece haber tenido la conversación en Movistar+ porque el francés parece liberado. 

Le está ayudando Koeman, que ante Osasuna le dio la mediapunta y otro regalo: Braithwaite de ariete. Y ahí sí se vio a un Griezmann disfrutón. Conectado al juego, jugando a un toque, flotando por la zona del 10, activando a Coutinho y buscando a Messi. Eso y no otra cosa es lo que lleva siendo el francés en los picos de su carrea: un gran facilitador. El jugador que ordenaba los ataques de la Francia campeona del mundo. 

Ante Osasuna marcó el segundo gol de la semana. Es otro Griezmann y ahora solo falta que mantenga la alegría. 

Hay que reconocerle a Koeman su empeño en recuperar algunas causas perdidas. Con él, Coutinho ha aparcado la saudade, Dembélé es un jugador más maduro e incluso Aleñá empieza a sacar la cabeza. Ante Osasuna también marcó Braithwaite, al que ya nadie esperaba y ha marcado dos goles en los últimos partidos. 

Buenas noticias en un partido convincente del Barça con Messi de vuelta. El argentino cerró el encuentro con un gol y una celebración para la historia. Un gesto sencillo, sin estridencias, de esos que tanto lo definen. Leo, que vio en directo el debut de Maradona con Newell’s con seis añitos, siempre fue de vivir las cosas por dentro.