Messi, en paz con Argentina

Obtuvo el premio para los que no dejan de luchar, nunca dejan de intentarlo y jamás se rinden

Scaloni entendió cómo rodearlo y cobijarlo y el plantel, solidario, se entregó a la tarea de ayudarlo a ser campeón

Así fue el sentido abrazo de Messi y Neymar

Messi y Neymar se fundieron en un sentido abrazo al término del partido entre Brasil y Argentina /

Vero Brunati

Vero Brunati

El capitán tuvo el premio para los que no dejan de luchar y jamás se rinden, pese a experimentar hasta cuatro reveses en finales de la Copa América y uno en la del Mundial. El mundo sabía todo lo que Messi es capaz de hacer dentro de un campo de juego, pero lo que no sabía era que iba a gestar otro ‘Maracanazo’ y, encima, con una distensión en el tendón de la corva, con el que ya jugó contra Colombia.

El ‘10’, que durante toda su vida buscó ganar un título con la selección, lo consiguió en Brasil, donde se le había cerrado la gloria del Mundial en 2014. Apenas terminó el partido, sus compañeros lo fueron a buscar y lo llevaron en volandas. Sabían que si había alguien que se merecía la conquista era él. Tanto tiempo de luchar, de dejar críticas atrás... El mítico Maracaná fue el lugar en el que otro mito obtuvo su primer título con Argentina.

Todo salió bien

Argentina puso su nombre en la Copa y Leo selló su deuda con la Albiceleste. Lo hizo, además, con un equipo con impronta, con un cuerpo técnico que entendió cómo rodearlo y cobijarlo. Y con jugadores solidarios que se entregaron a la tarea de ayudarlo a ser campeón. Messi confió en el grupo y el grupo confió en él.

“Disfruté de todo 45 días con estos chicos y terminó de la menor manera”, dijo. Igualmente, se alegró por la vieja guardia, siempre criticada. En esta ocasión, sin embargo, su actuación fue consagratoria gracias a Di María, de 33 años, el autor del gol en la final y sobreviviente a las hirientes derrotas junto a Messi, Agüero y Otamendi. 

Y Argentina, como no podía ser de otra forma, salió a las calles para celebrar el primer título de la Albiceleste en 28 años y a casi un año de la muerte de Maradona. El micro de la selección, con Leo pegado a una ventanilla y difrutando de un momento tan esperado, tardó varias horas en llegar al predio de Ezeiza porque la gente lo escoltó y le impidió avanzar entre banderas, cánticos y papelitos.

Antes, justo después del pitido final en Maracaná, la hinchada se citó en el Obelisco para iniciar la fiesta. La última vez que miles de personas se habían congregado en el icónico monumento había sido en noviembre pasado, tras la muerte de Maradona. El ‘Messicanazo’ volvió a reunir a un pueblo que late al ritmo del fútbol.