Messi y Neymar serán rivales en los JJ.OO de Río 2016

"Me contrataron para ser campeón e ir al Mundial. Dedico este título a Pepe Costa, a Javier Mascherano y a Lionel Messi". Esta fue la sorprendente declaración del técnico de la albiceleste Sub-20, Humberto Grondona, después de conquistar el Campeonato Sudamericano de la categoría, disputado el último mes en Uruguay, y obtener de esta manera, la clasificación para el Mundial de Nueva Zelanda y, lo que es más importante, la única plaza en juego para los Juegos Olímpicos de Río 2016. 

El seleccionador no quiso dar más detallar sobre el porqué de la frase, pero el mensaje a los dos barcelonistas, y al miembro de la Oficina de Atención al Jugador del FC Barcelona, que acompaña a Leo allí donde vaya, es una invitación explicita a incorporarse al equipo olímpico. Mascherano y Messi ocuparían dos de las tres plazas reservadas para los mayores de 23 años. 

La presencia de Leo teñiría de blaugrana el torneo de fútbol y confirmaría un duelo por todo lo alto entre las dos super estrellas del Barça actual: Leo Messi, el 10 de Argentina, versus Neymar, el 10 de Brasil. La CBF, y el técnico sub-20 Alexandre Gallo, ya confirmaron meses atrás la presencia de Ney con la 'baby' canarinha. Después de fiasco histórico del Mundial y el 1-7 con Alemania, la Confederaçao considera que, jugando en casa, la conquista de la inédita medalla de oro - es el único título que le falta en el palmarés del fútbol brasileño- servirían para ayudar a olvidar la mayor derrota de todos los tiempos de la canarinha.

Leo y Ney ya tienen experiencia olímpica, con suerte dispar. Messi conquistó el oro en Pekín 2008, gracias al permiso que le dio en su día Pep Guardiola y que sirvió para cimentar la buena entente entre técnico y jugador, que se plasmó en el mejor Barça de la histora. Y Neymar, en Londres 2012, se quedó con la miel en los labios. Brasil, dirigida por Mano Menezes, llegó a la final pero fue derrotada contra todo pronóstico por México (2-0). La plata tuvo, en aquel momento, un sabor muy amargo para los brasileños, que esperaban romper de una vez por toda su gafe olímpico. 

En 2016, Messi y Neymar podrían protagonizar un duelo que no existió en el último Mundial, porque Brasil pinchó en las semifinales. Maracaná les espera.