Messi - Luis Suárez: combate nulo

Ambos escenificaron su amistad con un fuerte abrazo antes del partido, luego se acabaron las contemplaciones

El blaugrana se topó con Oblak y rozó el gol de falta en el último suspiro; el rojiblanco puso a prueba la colocación y la paciencia de Ter Stegen

La excepción que confirma la regla: Messi falló en el último minuto un disparo de falta

Leo Messi y Luis Suárez volvieron a coincidir sobre el césped del Camp Nou por primera vez desde que el uruguayo se viera obligado a abandonar la disciplina del Barça. Como no podía ser de otra manera, el argentino y el charrúa escenificaron su amistad con un fuerte abrazo antes del inicio de la batalla. Después, con el balón ya en juego, se acabaron las contemplaciones. Los dos buscaron la victoria de su equipo desplegando todos sus argumentos futbolísticos, que no son pocos. Pero el combate acabó en nulo.

Messi pronto descubrió que el Cholo había dado órdenes de no dejarle conducir el balón. Hasta cuatro cartulinas amarilla forzó el argentino con sus incursiones. Saúl, Felipe, Koke, todos ellos por interceptar su carrera con agarrones, y Kondogbia, con una zancadilla. Leo puso a prueba el vuelo de Oblak con un disparo ajustadísimo al palo en la primera parte. Sacó el polvo de la cruceta con un lanzamiento de falta marca de la casa en la recta final. En definitiva, apareció en los momentos de mayor peligro en ataque del Barça... pero no logró abrir la lata.

Rifi rafes con Piqué y Ter Stegen

Luis Suárez mostró esa voracidad competitiva que le ha llevado a ser uno de los mejores delanteros de la historia. Se fajó con la zaga del Barça abriendo espacios para las incorporaciones especialmente de Carrasco. Rozó el gol en un disparo con poco ángulo que Ter Stegen rechacó muy bien colocado. Y aparcó amistades para tenérselas con el guardameta alemán y con Gerard Piqué.

El uruguayo intentó forzar tarjetas para sus dos excompañeros. Primero, fingiendo haber recibido un manotazo del central en una disputad por el balón. Después, fingiendo haber recibido un puñetazo en un despeje a córner del portero. Tanto Piqué como Ter Stegen le recriminaron su actitud, con más vehemencia el cancerbero, que acababa de salvar un gol cantado de Carrasco.

Pero lo que pasa en el césped se queda en el césped. Esta vez no hubo vencedores ni vencidos.