El Messi de los centrocampistas

Xavi Canals

Fichar a Arturo Vidal es fichar un centrocampista de vértigo, en principio, en las Antípodas de ese fútbol ‘made in Barça’ que protegen, cual templarios, los guardianes del estilo. Pero el chileno no está tan alejado de la concepción futbolística del ‘tiqui-taca’.

Arturo Vidal cumple dos mandamientos básicos del fútbol culé: la asociación en el juego ofensivo y la mentalidad de presionar tras pérdida, lo que le ha valido el beneplácito de los pesos pesados del vestuario a su fichaje, empezando por Leo Messi.

Arturo Vidal es un futbolista total que ha sabido adaptarse a pizarras tan dispares como las de Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli, Claudio Borghi, Michael Skibbe, Jupp Heynckes, Antonio Conte, Maximiliano Allegri, Carlo Ancelotti o Josep Guardiola que, a pesar de no pedir su incorporación al Bayern, acabaó diciendo de él: “Si he de ir a la guerra, lo quiero a mi lado”.

Y es que la principal virtud del centrocampista chileno es su mentalidad ganadora, esa que le hace morder hasta en las pachangas de solteros contra casados. Una agresividad que a veces le pasa factura, pero que le permite ofrecer las máximas prestaciones en cualquier área del centro del campo.

"Si he de ir a la guerra, le quiero a mi lado", dijo Pep Guardiola del chileno

Su posición natural es la de volante derecho, pero puede adaptarse al doble pivote, al interior, a la posición de cierre y, en momentos de necesidad incluso puede desenvolverse como central o lateral.

Si nos centramos en el esquema actual del Barça –ese 4-4-2 flexible–, su posición ideal sería al lado de Sergio Busquets, pero teniendo en cuenta que Ivan Rakitic se ha afianzado en el doble pivote, Arturo Vidal debería ocupar el interior derecho.

Desde esa posición, el chileno podrá asociarse con Messi, Luis Suárez y el propio Rakitic, llegar al área con facilidad, aprovechando los espacios que genera el argentino, y asistir al uruguayo en sus rupturas al espacio, a la espalda de las defensas. Defensivamente, cubrirá las espaldas de Messi iniciando la presión tras pérdida de balón.

Vidal es un especialista en esta tarea de recuperación e incorporación inmediata al ataque con rápidas paredes o incluso disparos desde la media distancia, una aspecto del juego que siempre se ha echado en falta en el Barça.

El internacional chileno aporta un gran despliegue físico, abarcando una gran extensión de campo. El Barça debe ganar potencia en la medular, más que la que aportaba Paulinho, un futbolista con mucha llegada al área, pero sin tanto recorrido y con menos capacidad para la recuperación.

El Barça se beneficiará también de la polivalencia de un Arturo Vidal que puede desenvolverse por la banda izquierda sin problemas. En principio, esa posición está reservada a Coutinho, pero según el partido o en momentos puntuales, Valverde puede necesitar cubrir las espaldas a Jordi Alba en sus subidas al ataque.

A todo ello hay que sumar la experiencia que da haber jugado en dos de las mejores ligas del planeta, la Bundesliga y la Serie A, haber alcanzado la centena de internacionalidades y haber ganado 16 títulos. Como dijo Sampaoli, “Arturo Vidal es el Messi de los centrocampistas”.

Máximo goleador de la Juventus

Una de las facetas por las que destaca Arturo Vidal y una de las principales razones por las que Ernesto Valverde le quiere en el Barça es su capacidad para pisar el área rival llegando desde segunda línea, una virtud por la que ya fue contratado Paulinho el curso pasado.

El brasileño firmó nueve goles, una cifra que el chileno puede aportar sin problemas. No en vano, Arturo Vidal ha llegado a ser el máximo goleador de la Juventus en la Serie A. Lo logró la campaña 2012-2013, en la que anotó diez dianas en el torneo doméstico.

A lo largo de su carrera, el centrocampista chileno ha marcado 120 dianas en 595 partidos, unos registros nada desdeñables para un futbolista que evoluciona en la medular. A ello hay que sumar 81 asitencias.