Messi, lanzado hacia el Balón de Oro

Leo Messi desempató en 2019 con el portugués Cristiano Ronaldo. Ambos sumaban hasta ese momento cinco Balones de Oro, pero el argentino se convirtió, en el último galardón concedido por France Football, en el único futbolista de la historia en alcanzar los seis. El ‘10’, sin embargo, nunca tiene suficiente. Como dijo un día Xavi Hernández, “ganar es una droga”. Y el mejor futbolista de la historia lo es porque por su cabeza solo pasa la victoria. Messi va camino de su séptimo Balón de Oro, una marca inalcanzable para cualquier futbolista mundano, que son todos los que no se llaman Leo.

El primero que ganó fue en 2009, tras el primer triplete conquistado por el Barça de la mano de Pep Guardiola. En diez años, seis galardones que pueden convertirse en siete premios en doce años. Solo ha dejado las migajas para sus competidores: cinco Balones repartidos entre Cristiano Ronaldo (4) y Luka Modric.

Los méritos

Ni siquiera la ausencia de la Champions desde 2015 puede ensombrecer el brillo de Messi cada temporada. En la pasada, pese a que el único trofeo a nivel de club fue la Copa del Rey, logró marcar 46 goles y dar 16 asistencias. Es obvio que si a ello sumamos la conquista de la Copa América las posibilidades de que Leo logre su séptimo Balón de Oro pasan a ser muy superiores a la del resto de rivales. Caer en octavos de la Champions no suma, pero el liderazgo que ejerce sobre la plantilla culé y, como se vio durante la celebración del título, sobre la albiceleste demuestra que son sus propios compañeros quienes le consideran el número uno.

Sus rivales

No hay. Podría parecer esta una afirmación demasiado atrevida, pero la realidad es incontestable porque, de todos ellos, quienes tienen una ascendencia mediática que podría acercarse a la del argentino, no tienen los títulos. Y quienes han logrado levantar trofeos, no tienen el tirón necesario para también convencer de sus candidaturas. Neymar, por ejemplo, es una estrella mundial y tiene fútbol para aburrir, pero no ha ganado nada relevante (solo la Copa de Francia) y, en cambio, ha perdido la Copa América frente a Leo, la Ligue 1 y, sobre todo, la Champions (una vez más). Los números del brasileño son buenos (24 goles y 18 asistencias), pero tampoco en ese apartado alcanza la temporada de su amigo. Por su parte, el compañero de Neymar en el PSG, Kylian Mbappé, ha ganado lo mismo en París y cayó en los octavos de la Eurocopa con Francia. Nada que hacer.

A Cristiano Ronaldo, principal enemigo histórico de Messi en la lucha por el Balón de Oro, no le llega con lo hecho con Portugal porque, pese a ser el máximo goleador de la Eurocopa con cinco goles (empatado con el checo Patrik Schick), fracasó con la Juventus en la Serie A pese a marcar 36 goles. Ahí está también Lewandowski, autor de 48 goles y 9 asistencias la pasada temporada con el Bayern, con quien conquistó la novena Bundesliga consecutiva, pero su papel a nivel internacional no ayuda porque la selección de Polonia no es una potencia y en la Champions no repitieron título. Eso sí, ahí está su Bota de Oro.

Los nombres citados tienen tirón mediático, pero sus triunfos no acompañan. Todo lo contrario que jugadores como Kanté o Jorginho, ambos compañeros en el Chelsea. Se hace difícil pensar que, pese a ganar la Champions y, en el caso de Jorginho, ganar la Eurocopa con Italia, puedan superar a Leo Messi y arrebatarle el Balón de Oro 2021. Más lejos quedan futbolistas como Kane, Benzema o Haaland, a los que no les llega para competir por un galardón que no han ganado nunca. La carrera aún será larga, pero ya ha empezado y Messi la encabeza claramente.

Su relación con el premio

Leo Messi apareció por primera vez en el podio del Balón de Oro en 2007, cuando fue tercero por detrás de Kaká y Cristiano Ronaldo. Desde entonces solo ha dejado de estar entre los tres primeros en 2018. Además, ha estado en doce ocasiones entre los tres primeros, ganándolo seis veces, siendo segundo en cinco ocasiones y tercero en 2007.