Messi, el rey de las finales

El capitán azulgrana ha ganado 22 de las 30 finales que ha jugado, a partido único o doble

Desde la primera (2006) hasta a la última (2021) acumula un total de 29 goles y 13 asistencias

El gol de Messi ante el PSG

Leo Messi marcó el primer gol del partido ante el PSG desde el punto de penalti / MEDIAPRO

David Salinas

David Salinas

Jugar finales ha sido, y es, una constante en la carrera profesional de Leo Messi. El crack azulgrana ha estado en las grandes citas de todas las competiciones que ha diputado el FC Barcelona, desde la Champions League a la Copa del Rey, pasando por las Supercopas de España y Europa y el Mundial de Clubes. Igualmente, en la Liga ha jugado partidos como si de verdaderas finales se trataran, siendo el histórico e inolvidable 2-6 de 2009, contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, un claro ejemplo de partido de Liga con rango de título.

Además de jugar finales, ya sea a partido único o en la modalidad de confrontación doble, el capitán azulgrana se ha caracterizado por ganar. Ahí están sus porcentajes: a partido único ha salido victorioso en 16 de las 21 citas que ha jugado y, a doble partido, en seis de las nueve en las que intervino. En total, se ha llevado 22 títulos de 30 posibles.

Jugar, ganar y... marcar y asistir. En este último capítulo del juego, el crack rosarino también destaca y de qué manera. En las 30 finales que ha jugado ha firmado 29 dianas y ha dado 13 asistencias, números que lo convierten en un jugador decisivo en partidos trascendentales.

Objetivo

Para Messi, la final del sábado en el estadio de La Cartuja contra el Athletic supone un reto mayúsculo después de encadenar dos derrotas en finales a partido único. Nunca hasta ahora, con el FC Barcelona, había pasado por esta mala racha. En 2006 sufrió dos reveses, primero en la Supercopa de Europa contra el Sevilla, en Mónaco, y después en el Mundial de Clubes contra el Internacional de Porto Alegre, en Japón, pero en esta segunda final no se alineó por lesión (se había roto el 5º metatarsiano del pie izquierdo en noviembre de 2006, fue operado y no volvió hasta febrero de 2007).

Ahora Messi suma dos fracasos, uno contra el Valencia (1-2) en la final de la Copa del Rey de 2019, y otro ante el Athletic (2-3) en la final de la Supercopa de España 2021. El rosarino, como el FC Barcelona, espera acabar con esta sequía de títulos el sábado en Sevilla para levantar el que sería su séptimo trofeo en la competición del KO. De conseguirlo, como sus compañeros Sergio Busquets y Gerard Piqué, igualaría el récord que poseen los bilbaínos José Mari Belauste (no jugó la final de 1923) y Agustín Gaínza: ambos cantaron siete alirones en el Campeonato de España.

Buenos recuerdos

La primera final a partido único que ganó Messi, en Mestalla contra el Athletic (1-4) el 13 de mayo de 2009, que significó el primer título de la ‘era Guardiola’, fue completa: copa, gol y asistencia. Leo anotó el 2-1 para remontar el gol inicial de Toquero y asistió a Bojan para el 3-1.

Messi, por otra parte, aspira a ganar al Athletic la cuarta final a partido único después de imponerse a los ‘leones’ en otras tres finales de la Copa del Rey: 2009, 2012 y 2015. En esta última (3-1) firmó uno de sus mejores goles como azulgrana y ante su afición, en el Camp Nou: recibió de Dani Alves en el centro del campo, escorado en la banda derecha, se fue de Beñat y Balenziaga, después de Mikel Rico y, dentro del área, de Laporte, superando seguidamente al meta Herrerín con la zurda. Fue el 1-0, minuto 20. El Barça, que firmó el doblete ese curso 2014-15, hizo una Copa perfecta: nueve partidos, nueve victorias.

La mejor racha de Messi en cuanto a victorias en finales a partido único con el Barça es de ocho, desde la anteriormente comentada final de Copa contra el Athletic (3-1) en 2015 hasta la primera final de la Supercopa de España jugada a un solo partido en agosto de 2018: Barça-Sevilla (2-1).

El peor balance

La ‘bestia negra’ de Messi en las finales, sin lugar a dudas, ha sido el Real Madrid. De las cinco que ha jugado contra el equipo blanco (dos a partido único y tres a doble partido), solo ha podido ganar una: la Supercopa de España de 2011. En el partido de ida, celebrado en el Santiago Bernabéu, el Barça de Pep Guardiola empató a dos (asistencia y gol de Leo) y, en el de vuelta, en el Camp Nou, firmó un doblete para desempatar (2-1 y 3-2) y asistió al hueco a Andrés Iniesta para el 1-0. El gol de la victoria lo firmó en el minuto 87 y Gerard Piqué se refirió al fenómeno argentino con unas palabras que no sintieron nada bien al madridismo: “Messi vino en chancletas y ha hecho dos goles”.

Pese a esta alegría, el Madrid celebró a su costa, dos Copas (2011 y 2014) —en la primera se anuló un gol a Pedro por supuesto fuera de juego— y dos Supercopas de España (2012 y 2017). El Athletic es otro de los equipos que más disgustos le ha dado al ‘10’ azulgrana al arrebatarle dos Supercopas de España, en 2015 y la última esta temporada, a partido único, en el mismo escenario donde se disputará la final de la Copa del Rey.

Palmarés

Messi busca ahora el título 35 de su historial colectivo como azulgrana, galería que integran 10 Ligas —tres consecutivas, con Guardiola—, ocho Supercopas de España, seis Copas del Rey, cuatro Champions League, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubs. Con el Barça es el rey del gol (663 dianas), de partidos jugados (770) y el rey de los títulos (34).

Messi suma 22 finales ganadas y 10 Ligas (32 títulos). Los otros dos hasta llegar a los 34 son la Champions League 2005-06, en la que jugó un partido de la fase de grupos, y la Supercopa de España 2005, en la que no intervino en ninguno de los dos partidos contra el Betis ni en las cinco primeras jornadas de Liga 2005-06, pero ya era un fijo en la plantilla de Frank Rijkaard, y prueba de ello es que viajó a Sevilla para afrontar el primer partido de esa Supercopa de España. El Barça, sin embargo, por prudencia, en las competiciones españolas no contó inicialmente con Messi hasta tener la seguridad de que ningún club impugnaría la alineación del crack. En Europa no tuvo problema alguno. Existía entonces un vacío legal pendiente de resolución en el ámbito de la reglamentación federativa relativa a los jugadores no comunitarios.