Messi-Dembélé: El dilema que se viene

Valverde tiene encima de la mesa dos problemas. Bueno, llámenle problema, solución, ‘marrón’ o dilema. Como quieran. El caso es que desde que el pasado viernes un caprichoso bombo sacó la bolita de Barça y Real Madrid de la mano, todo cambió. Sí, porque si hasta la fecha la Copa del Rey se había tratado como una competición que venía bien tener ahí para poder dar alternativa a los jugadores que están disfrutando de menos minutos y sin que ocupara demasiados pensamientos, ahora ha devenido algo capital.

En el momento que un clásico asoma, nada se condona. Es por eso que a los habituales dolores de cabeza y encrucijadas mentales del ‘Txingurri’ se ha añadido uno que ha irrumpido con virulencia para ocupar la posición número uno. El miércoles hay clásico. El miércoles un Real Madrid muy mejorado visita el Camp Nou. Y para la cita la presencia del jugador que lo puede cambiar todo, el futbolista capaz de elaborar guiones, modificarlos sobre la marcha o destruirlos a su antojo, ese, tiene bastante en entredicho su presencia.

VALVERDE TIENE LA PALABRA

Leo Messi sufrió una contractura en el adductor de su muslo derecho en el minuto 25 del duelo ante el Valencia. Heló el corazón de más de uno en el Camp Nou cuando se quedó tendido en el césped, necesitó asistencia y, a pesar reincorporarse al juego, ya no participó con intensidad en lo que quedaba de partido. "Él está bien, pero hemos de esperar para ver cómo está tras las pruebas, y de momento esperamos que se pueda recuperar como el resto", aseguró Valverde en rueda de prensa.

Todas las fuentes apuntaban a una molestia débil, pero quizás no tanto como para estar al 100% para el clásico. Su presencia es una incógnita y se añade a la lista de quebraderos de cabeza del técnico extremeño. ¿Debo forzar a Leo para el clásico a pesar de que he repetido en varias ocasiones que nuestra prioridad siempre es la Liga y el fin de semana que viene tenemos otro compromiso muy duro ante el Athletic?

OUSMANE YA HA CUMPLIDO LOS 15 DÍAS

Otro caso distinto, pero al mismo tiempo que genera también dudas sobre la conveniencia de forzar o no es el de Dembélé. El francés sufrió hace justo 15 días un esguince en su tobillo izquierdo que debía mantenerlo, precisamente, 15 días en el dique seco. Transcurrido este tiempo, el dilema llega para un Ernesto Valverde que sabe que Ousmane no estará al 100%, pero que ante un clásico debe tomar la gran decisión de si forzar y meterle de inicio o guardarlo en la recámara. El francés aún no ha entrado en la dinámica de grupo, pero se espera que lo haga este mismo lunes. En caso de entrenar con normalidad con sus compañeros con aún dos días de margen antes del partido, podrían empezar a llegar señales. "Esperemos que esté para la semana que viene, no sé si para el miércoles o para el domingo". Una amigdalitis podría complicar aún más su presencia en la ida de las semifinales. La última palabra es de Ernesto.