Scaloni busca cómo 'encajar' a Messi en la nueva Argentina

Scaloni seguirá al frente de la selección argentina

Scaloni seguirá al frente de la selección argentina / Perform

Vero Brunati

Vero Brunati

La selección argentina completó exitosamente sus dos últimos dos partidos amistosos. Lo que arrancó con 45 minutos que amenazaron con una catástrofe ante una Alemania muy joven y renovada pasó a ser una remontada vigorosa que acabó finalmente en empate y una goleada categórica y convincente frente a Ecuador. Sin embargo, las buenas noticias ponen también sobre la mesa una cuestión que se va agudizando con el tiempo: ¿qué hacer con Messi? El debate se prolongará hasta mediados de noviembre, cuando Argentina se enfrente a Brasil y tal vez a Uruguay o Paraguay en la última ventana de amistosos del año.

Lionel Scaloni, el técnico albiceleste, ya adelantó que una vez cumplida la sanción tras la tarjeta roja que vio en julio, en el último partido de la Copa América, el 10 y capitán volvería a la convocatoria (también el Kun Agüero, ausente desde entonces), y esto reabre el debate sobre cómo acomodar a la estrella del Barça en el equipo. Desde que asumió su cargo luego de Rusia 2018, el inexperto entrenador argentino fue creando un ecosistema al cual Messi no terminó nunca de amoldarse en dicha Copa América, un modo de jugar que se va reforzando a medida que los resultados acompañan y que en noviembre volverá a encontrarse con el “problema” de injertar al mejor jugador de la historia.

La Argentina actual no tiene todavía un estilo cien por cien definido, pero sí presenta algunos rasgos reconocibles. Es un equipo con pretensión de protagonismo, que se planta en campo rival e intenta imponer condiciones a partir de una presión alta e intensa sobre todo después de las pérdidas de balón en campo contrario. La práctica no es desconocida para Messi. De hecho, fue una seña de identidad del Barcelona durante mucho tiempo. Otra cosa es saber si su disposición mental y sus condiciones físicas actuales le permiten llevarla a cabo y sostenerla en el tiempo.

En el ataque ocurre algo parecido. Scaloni prefiere la velocidad a la elaboración. Leandro Paredes y Rodrigo De Paul, los centrocampistas que parecen indiscutibles en las alineaciones, son más directos que pacientes para buscar a los atacantes. El jugador del PSG, porque aprovecha su capacidad de pase vertical; el del Udinese, porque levanta la bandera del despliegue y va hacia adelante por vocación. 

En ese contexto, Messi no suele encontrarse del todo cómodo. Habituado a un juego con mayor volumen y variedad de pases, el ataque rápido lo obliga a ir al choque contra los defensores rivales, un escenario poco conveniente para explotar sus posibilidades. Por eso, cuando el Barcelona juntó la célebre MSN, el rosarino era el que se tiraba atrás para enganchar con los volantes y pisar el área desde segunda línea. Claro que en aquel momento sus compañeros en la ofensiva eran dos megacracks como Suárez y Neymar, que no es el caso de Argentina.

En ese punto aparece el factor de los 'socios', también preocupante para que el funcionamiento del 10 alcance su esplendor. Más allá de algunas rachas interesantes en las que Fernando Gago, Javier Pastore o Enzo Pérez como volantes, y Agüero, Ángel Di María y Gonzalo Higuaín como delanteros establecieron diálogos futbolísticos interesantes con Messi (ningún lateral llegó a ser un Dani Alves o un Jordi Alba), al capitán blaugrana le han faltado cómplices fieles en la selección. Tampoco con el actual grupo surgió esa química en la Copa América.

Entre los del medio, Giovanni Lo Celso perdió peso en Rusia y ahora está en un segundo plano de la lista de prioridades de Scaloni; Erik Lamela nunca llegó a consolidarse, y la eficacia de lo que puedan construir Paredes, De Paul y el tercero que elija el entrenador está todavía por verse. Con los de arriba, la 'opción Dybala' fue descartada, a medias entre el bajo rendimiento del hombre de la Juventus y la idea impuesta de que son incompatibles con Leo. Pasaron Mauro Icardi, Lucas Pratto, Darío Benedetto… ninguno tocó la misma tecla que Messi. Más allá del Kun, Lautaro Martínez y eventualmente Lucas Alario, si el técnico le brinda continuidad tras su muy buen regreso en estos dos partidos, asoman como las nuevas opciones a partir de ahora.

Los encuentros de noviembre serán los últimos de Argentina antes de comenzar a afrontar, a finales de marzo de 2020 y ante rivales aún por decidir, el largo camino de las eliminatorias rumbo a Catar 2022. En la previa al choque contra Ecuador, Scaloni declaró que después de un año y medio de probaturas a partir de ahora llega el momento de tomar decisiones. Sin duda, la de ver cómo inserta a Messi en el equipo será la más difícil, importante y trascendental de todas las que vaya a tomar.