El ‘otro’ Memphis: corazón de león, rap de trotamundos y una marca de ropa

La ambición de Depay, nuevo fichaje del Barça, traspasa los límites de los terrenos de juego

El neerlandés tiene otros intereses e inquietudes más allá del fútbol, el deporte que le ayudó a superar los momentos más duros de su vida

Depay, un atacante total para el Barça

Depay, un atacante total para el Barça / Perform

Jordi Carné

Jordi Carné

Memphis Depay es mucho más que un futbolista. Y eso que llega al Barça como uno de los agentes libres más ‘lujosos’ del mercado, el segundo máximo goleador de la temporada pasada en la Ligue 1 y uno de los jugadores más especiales de Europa. Su calidad futbolística es incuestionable. Desde que Phillip Cocu confió ciegamente en él cuando defendía la camiseta del PSV Eindhoven en sus categorías inferiores no ha parado de crecer; sufrió una etapa complicada en el Manchester United, pero en Lyon ha vuelto a dejar claro que quiere comerse el mundo y conseguir cosas importantes.

Memphis es un deportista muy especial. Es de aquellos jugadores que no pasan inadvertidos, que provocan reacciones en todos los aficionados que le ven hacer ‘diabluras’ en los estadios. Muy competitivo, comprometido con el grupo y constante, posee cuantiosos recursos ofensivos que muestra con desparpajo, sin empequeñecerse en los grandes escenarios, siempre que recibe el balón. Es versátil e intenta adaptar sus virtudes a las de los que le rodean para potenciarlas. Su ambición traspasa los límites de los terrenos de juego: está completamente centrado en el fútbol y su carrera, pero también tiene otros intereses e inquietudes que le han llevado, por ejemplo, a fundar su propia marca de ropa.

A finales de 2020, Depay se ‘lanzó’ al mundo de la moda e impulsó ‘MDC’ (‘Memphis Depay Clothes’). El manifiesto de su página web no puede ser más significativo: “Representamos a la nueva generación. La generación que crea movimientos culturales. La generación que es más que un atleta o un músico. Usamos nuestro altavoz de manera positiva. Orgulloso de mis raíces ghanesas y holandesas, veo el mundo como un 'campo de juego' para ser creativo y provocar cambios”. El estilo desenfadado y fresco de su colección también se identifica a la perfección con su forma de ser. “Me atrevo a usar prendas que otras personas no necesariamente se pondrían o combinarían y por eso he dado este paso lógico”, asegura el futbolista neerlandés sobre su marca, cuyo logotipo –una silueta de un individuo con los dedos índices en ambas orejas– reproduce la forma con la que celebra sus goles.

Amante de los felinos y de los tatuajes

Ese gesto no es fruto de la casualidad. Tiene que ver con la fundación que creó en 2019 para apoyar y dar una vida normal a los 24.000 niños sordos y ciegos en Ghana, “a los que a menudo la sociedad les da la espalda”. Su caridad se ve motivada por la infancia muy complicada que vivió en el pequeño pueblo de Moordrecht por culpa de su padre (hecho que le hace renegar de su apellido y prefiere ser llamado por su nombre) y que ahora le ‘empuja’ a pensar mucho más que otros futbolistas en las personas desfavorecidas. “Siento que fui criado en la jungla. El león es, para mí, el rey de la jungla. Siempre me mantuve de pie aunque todo era muy duro”, declaró en 'The Players Tribune' hace unos años. Estas palabras también permiten entender por qué Memphis, amante de los tatuajes, tiene la cara de un felino gigantesco ‘grabada’ en su espalda.

El ‘otro’ Depay aún tiene una última cara poco conocida para algunos amantes del fútbol: la música. Ya intentó agarrarse a ella para ayudar económicamente a su familia antes de apostar por su carrera deportiva, pero desde 2018 se ha vuelto a atrever, uno de los verbos que, sin lugar a dudas, más le caracterizan. Para él, el rap no es una distracción ni un capricho: ya ha lanzado su primer EP, ‘Heavy Stepper', una obra de nueve pistas que “se basa en diferentes géneros y sabores de todo el mundo”. Sus próximos pasos, en todos los sentidos y no solo en lo referente al balón (que le ha permitido superar los momentos más peliagudos de su vida), se producirán en Barcelona, una ciudad con numerosas alternativas culturales para un individuo con tantas aspiraciones.