¿Mejor sin Neymar?

Cuando se supo que Neymar se marchaba, el Barça se tambaleó. La incredulidad era mayúscula. Ocurre siempre cuando un jugador clave decide irse de este club. El efecto es parecido al de ruptura y también tiene sus fases (negación, ira, depresión y aceptación).

En un club con tan buena prensa, donde todo el mundo parece querer venir, cuando se da el proceso contrario el barcelonismo recibe este noticias con estupor.

Ocurrió en su día con futbolistas como Figo, Ronaldo o Laudrup, que cambiaron de aires contra pronóstico. Algunos incluso abrieron una herida irreparable cuando decidieron irse al gran rival deportivo.

Neymar fue otro caso doloroso. Y provocó efectos colaterales. El primero, una inversión desproporcionada con Dembélé, a la que hay que añadir otra reciente como la de Coutinho.

Antes, el Madrid pareció abrir una brecha con el Barça con una Supercopa desigual. Pero han pasado unos meses y el equipo parece haber superado la salida de Neymar sin complejos.

La banda derecha se ha convertido en una zona intermedia entre el interior y el extremo, y Coutinho apunta a la izquierda

Es más, el equipo presenta unos números inéditos en la Liga con el brasileño en el equipo en la jornada 20. El conjunto de Valverde es líder destacadísimo (+ 11 del Atlético y a 19 puntos del Madrid) y presenta unos números espectaculares.

Sin Neymar marca más goles (59) y suma más puntos. Los números son contundentes:

Valverde vivió sin dramatismos la salida del futbolista y se aplicó en sacar el máximo rendimiento a una plantilla -a priori- con menos talento que las últimas temporadas. De entrada acercó al área a Messi (recuperando la figura del falso nueve) y buscó la mayor solidez defensiva. 

El Barça pasaba de ser un equipo con tres futbolistas con licencia para defender a su aire a ser un equipo más compacto. El cambio de posición de Messi, que dejaba de ocupar la banda derecha, también contribuyó a mejorar el nivel defensivo del equipo.

La marcha de Ney suponía, además, el fin de la MSN. Del tridente que llevó al Barça a ganar un triplete. También de una fórmula que provocaba muchos desajustes defensivos.

El Barça pensó en Dembélé, un perfil parecido al del brasileño, para recuperar parte del desequilibrio. Pero la larga ausencia del francés hizo que el técnico tuviera que buscar otras fórmulas.

La salida de Ney supuso un reto tático; Suárez comenzó ocupando la banda para terminar con un 4-4-2 muy sólido

El Txingurri comenzó tratando de reforzar la figura de Deulofeu, pero tras un gran número de pruebas en la posición, ha acabo recurriendo al 4-4-2. Messi y Suárez tienen libertad arriba y la figura del interior derecho cambia según las características del futbolista que ocupe esa demarcación.

De ahí que se haya convertido en una posición intermedia entre el interior y el extremo. André Gomes, Sergi Roberto, Dembelé, Paulinho son algunos de los jugadores que han tenido minutos. 

Sin Neymar el Barça es ahora un conjunto más equilibrado, más junto y defiende mejor. Su ausencia también ha reforzado el papel de algunos futbolistas. Jordi Alba ha sido el gran beneficiado.

El lateral reconoce que está más cómodo esta temporada porque tiene toda la banda para él. Su influencia en el juego ha crecido exponencialmente.

Sus números (9 asistencias y dos goles) subrayan su impacto en un equipo que en lugar de deprimirse, con la salida de Neymar, ha encontrado una oportunidad para reinventarse.