Matheus Fernandes o quedarse un año en blanco con 22 años (y 300 'kilos')

Cerrado en banda a salir a algún equipo de su país o a un Segunda, el brasileño ha decidido quedarse en Barcelona sabiendo que no jugará

SPORT ya informó hace unos días del interés de Gremio, con el que el Barça mantiene buenas relaciones tras el fichaje de Arthur en 2018

Así juega Matheus Fernandes

 El Barça sigue al joven jugador brasileño / sport

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Si con 22 años no priorizas jugar y acumular minutos, existe un problema. Si con 22 años llevas cuatro meses prácticamente en blanco a pesar de estar bien físicamente, es un problema. Sí, quizás un problema que no depende solo de ti porque es el entrenador el que decide no alinearte ni 'darte bola'. Pero al fin y al cabo tú decidiste quedarte en la plantilla aun sabiendo que tendrías nulas opciones de participar y en la segunda oportunidad que has tenido has vuelto a hacer lo mismo. Señal de que no pones de tu parte para intentar buscar continuidad y, por consecuencia, crecer como futbolista.

Hablamos de Matheus Fernandes, obviamente. El misterioso caso de este brasileño que llegó del Palmeiras en enero de 2020, por el que se pagaron unos siete millones de euros y sobre el que, un año después, apenas sabemos lo que llegó con los 'highlights' típico que brotan cuando se producen estas incorporaciones desconocidas. Con una cláusula de 300 millones, Matheus había acumulado 76 partidos oficiales dejando buenas maneras en un equipo de segunda fila en Brasil (por lo menos actualmente) como es Botafogo. En Sao Paulo, con el 'Verdao', apenas había acumulado 11 encuentros.

NI PARA LOS MINUTOS DE LA BASURA

Se le cedió al Valladolid, apenas participó en cuatro ratitos y en el actual curso acumula la friolera de 18 minutos, los que le dio Koeman con el partido totalmente sentenciado en Kíev ante el Dinamo (donde, por cierto, también debutaron Konrad y Mingueza). Alternando banquillo y grada (aunque hoy en día es lo mismo), al jugador de Río de Janeiro le ha quedado sobradamente claro que en la primera plantilla azulgrana no tiene ninguna opción de jugar, ni siquiera como secundario ni en los minutos de la basura.

En SPORT ya comentamos hace unos días que Gremio se había interesado por él y lo cierto es que algunos clubes brasileños más estaban dispuestos a abrirle las puertas. También algún equipo de la Segunda española. Pero tanto Matheus como sus representantes se cerraron en banda. Al parecer, solo contemplaba una cesión a un Primera. Algo que no llegó (nos podemos imaginar por qué). Y ahí sigue, entrenando y siendo totalmente consciente de que va a pasarse toda una temporada en blanco. Con 22 añitos. Por cierto, tiene una cláusula de rescisión de 300 millones.