EXCLUSIVA SPORT: El 'Barçagate' también salpicó a la Masia

El Barça rescinde el contrato con I3 Ventures, vinculada a campaña de desprestigio de jugadores en redes sociales

Bartomeu anuncia que el Barça rescinde contrato con I3 Ventures, vinculada a campaña de desprestigio de jugadores en redes sociales / EFE

Xavi Torres

Xavi Torres

Días frenéticos en la crisis azulgrana. Desde que el pasado 17 de febrero la cadena SER informó sobre determinadas actuaciones del FC Barcelona en las redes sociales que acabaron con la rescisión del contrato con la empresa i3Ventures y la suspensión temporal de Jaume Masferrer, jefe del gabinete de Presidencia y alma máter del proyecto, los movimientos en can Barça se han sucedido sin descanso.

Quienes más interés han tenido han sido los propios directivos, informados del asunto en octubre de 2018 por el propio Jaume Masferrer en un encuentro informal de dirigentes y ejecutivos fuera de las instalaciones del club, pero sorprendidos desde febrero por los acontecimientos. Tras la exclusiva de los periodistas Sique Rodríguez, Adrià Soldevila y Sergi Escudero el Barcelona ha abierto un período de investigación en el que la auditora Price Waterhouse Coopers (PWC) tratará de aportar luz al caso

Mientras tanto, ante la incertidumbre provocada por el escándalo, los directivos se han movido. De entrada, han descubierto el funcionamiento del proyecto: el área de Presidencia, dirigida por Jaume Masferrer, encargaba los trabajos a i3Ventures y al resto de empresas contratadas bajo el liderazgo del empresario uruguayo Carlos Rafael Ibáñez Constantino para el seguimiento de las redes sociales en diversos ámbitos del club. Los informes mensuales eran revisados por los responsables de comunicación de cada área que, finalmente, cerraban el círculo reportando de nuevo al propio Masferrer. En este proceso, ni los directivos ni el resto de los ejecutivos de las áreas afectadas tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo.

La MasIa, también

Masferrer ordenó en noviembre de 2017 el estudio de contenidos en las redes sociales para diversas áreas del club, por ejemplo, en el Barcelona B y el fútbol base (cuentas @fcbarcelonab y @fcbmasia). Siguiendo el protocolo de funcionamiento explicado, el responsable de comunicación de La Masia, Mario Ruiz, se encargó del seguimiento de los informes y de trasladar al propio Masferrer sus conclusiones. De todo ello, ningún directivo ni ejecutivo tuvieron conocimiento hasta unos días antes de la publicación de la información de la Cadena SER.

Los responsables de La Masia recibieron del departamento de Administración unos documentos que ellos mismos habían solicitado unos meses antes para comprobar el estado de cuentas de su área durante los primeros seis meses de esta temporada 2019-20. En la hoja de seguimiento descubrieron una partida de 99.000 euros de un proveedor desconocido y no previsto en el presupuesto establecido a principio de temporada por los propios responsables de La Masia. Se trataba de Tantra Soft S. A., una empresa de servicios de consultores en informàtica y tecnología de la información. Preguntaron en el club pero nunca recibieron una respuesta.

Tantra Soft fue fundada en Buenos Aires, Argentina, en junio de 2007. Su gerente -desde julio de 2016, Juan Carlos Vera Zanotti, también está vinculado laboralmente a i3Ventures. Además, desde el 25 de septiembre de 2009 -según consta en el acta de la Asamblea Ordinaria de la empresa- se designó “como Director Suplente al Sr. Carlos Rafael Ibáñez Constantino”.

Tantra Soft es otra de las empresas contratadas por el Barcelona para llevar a cabo el proyecto de Masferrer que, en el caso de La Masia, se ha desarrollado desde finales del año 2017, durante toda la temporada 2018-19 y media de la actual, hasta la rescisión del contrato. Fuentes de la propia Junta Directiva consultadas por SPORT han confirmado la información y las cifras de la (desconocida hasta ahora) relación Tantra Soft-La Masia.

Directivos contra ejecutivos

Por deseo del presidente, el Barça es hoy un club de altos ejecutivos. El ‘Barçagate’ es la demostración más evidente. Según el protocolo establecido, los altos ejecutivos no deben dar explicaciones a los directivos de sus actuaciones del día a día. Por tanto, resumiendo el proceso del ‘Barçagate’ en La Masia, se entiende dentro de la normalidad que Jaume Masferrer ordenara los mencionados trabajos a Tantra Soft a través de Carlos Ibáñez; que Román Gómez Ponti, director del Área Jurídica, redactara los contratos; que Pancho Schröder, director de la de Finanzas, estudiara los números y que, finalmente, Òscar Grau, CEO del club, diera el OK definitivo. 

Queda claro que en el Barcelona actual molestan los directivos que tratan de estar al día. Es tan complicada la relación con los ejecutivos que ni siquiera marcando el territorio día a día se aseguran el control. No hay garantía de ser informados ni de que sus órdenes se cumplan. “Hoy están y mañana, no”, explican trabajadores del club. “Los directivos están para representar, no para trabajar”. “Estando de acuerdo en las esencias, los directivos estamos para marcar la línea, por respeto al socio que nos ha escogido, y para vigilar que todo se cumpla según lo pactado”, contrapone un veterano directivo.

“Lamentablemente, de tanto en tanto, este modus vivendi te deja en evidencia”. Como ahora. Criterios opuestos de una realidad cotidiana. El caso de Tantra Soft y La Masia se extiende en el club -además de i3Ventures- con otras cuatro empresas, todas bajo el control de Carlos Ibáñez, y otros departamentos, por ejemplo en el mismo caso del ‘Barçagate’, al Área Digital, Comercial, Innovation Hub y Fundación, como decíamos, sin el conocimiento detallado de los directivos responsables que han visto ahora cómo, siguiendo los procesos establecidos por Josep Maria Bartomeu, el club ha visto manchada su reputación y ha provocado la enésima crisis de esta directiva. 

Los pagos

Los directivos de todas las áreas involucradas -La Masia, también- han comprobado ahora cómo desde administración central se les ha estado cargando a sus departamentos unas partidas desconocidas. En el caso de La Masia se ha descubierto el pago de 198.000 euros durante la temporada 2018-19 y los citados 99.000, de la actual, como se puede observar, la mitad de lo pactado. La rescisión del contrato ha evitado el segundo pago.

Los ejecutivos del club informan que “quien paga es el Barça aunque, por contabilidad interna, las partidas se trasladan a las diferentes áreas que se ven beneficiadas del trabajo de monitoraje. Sucede así en todas las empresas del mundo”. No hay respuestas, sin embargo, al reparto en paquetes de 198.000 euros para evitar el trámite de pasar por la Junta Directiva.

El propio Emili Rousaud, uno de los seis directivos dimitidos, ha reaccionado en los últimos días: “Alguien debe explicarnos lo que ha sucedido y, sobre todo, debemos cambiar los procedimientos de decisión y ejecución de los proyectos. Se han marcado pagos de 198.000 euros para evitar a la junta directiva y me parece que esto no es de recibo”. Sin embargo, no se albiran cambios en la manera de actuar y sí, como se ha visto, en los directivos que cuestionan el proceder de los ejecutivos de confianza de Bartomeu, que no lo han sido de la junta entera. El presidente está cada día más arropado por ellos y menos por los directivos.

Los perfiles falsos

Sobre las cuentas falsas que difundieron mensajes negativos contra jugadores, dirigentes opositores, personajes del entorno azulgrana y periodistas, nadie en La Masia es capaz de dar una explicación. Y, por lo visto, en el club, tampoco. Sin embargo, han existido y, por eso, Josep Maria Bartomeu rescindió el contrato con i3Ventures y el resto de empresas de Carlos Ibáñez.

La auditoría de PWC va a tratar de explicar el escándalo. Dos son los puntos de conflicto: de una parte, comprobar si los precios pagados por el Barcelona (900.000 euros anuales, según explicó el propio Bartomeu en el Foro Barcelona Capital, del Círculo Ecuestre, el pasado 10 de marzo) son de mercado o si, por contra, están sobredimensionados. 

En este sentido, parecen muy graves las acusaciones del ya exvicepresidente Rousaud“Alguien ha metido la mano en la caja”. Por el otro, saber si desde algún ordenador del club alguien ordenó el trabajo sucio aunque Bartomeu haya repetido que “nadie en el Barça motivó estas actuaciones”. “En estos momentos se está a la caza y captura del mail”, avisan desde las oficinas del club.