Marco Lanna: "Tardé diez años en volver a ver el partido"

Titular en Wembley, el hoy presidente de la Sampdoria atiende a SPORT desde Génova

“Un partido no cambia la historia de ningún club”, asegura sobre las consecuencias de aquella final

Marco Lanna, una imagen actual y una de archivo

Marco Lanna, una imagen actual y una de archivo / SPORT

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Marco Lanna (Génova, 1968) creció como futbolista en la Sampdoria desde los diez años y es uno de los protagonistas de la época más gloriosa de la entidad. En su palmarés figura un Scudetto, dos Coppas, una Supercoppa y una Recopa de Europa. Titular en la final de Wembley, hoy ejerce como presidente de los ‘blucerchiati’. Lanna atendió a SPORT desde Génova para recordar, pese a la derrota, una de las grandes noches que vivió como jugador de la Sampdoria.

¿Hubo nervios en la previa?

Lo vivimos bastante tranquilos. Habíamos jugado ya dos finales europeas, una con el Barç,a que perdimos, y otra de Recopa. Habíamos ganado un Scudetto el año anterior. Llegábamos preparados a los partidos importantes.

¿Cómo la preparó Boskov?

Boskov era un entrenador que intentaba siempre mantener la normalidad y no cambiaba nada en los entrenamientos o a nivel mental. Buscaba quitar tensión. El grupo ya lo vivía así, disfrutando de esos momentos sin demasiada tensión. Todo fue bastante tranquilo, aunque sabíamos perfectamente la importancia del partido, claro, no era uno más, sino uno muy grande y muy especial para la Sampdoria. Así que no era bueno meter más presión.

¿Ni un ‘salid y disfrutad’ como Johan?

Eso siempre lo decía. Era el sentimiento general de ese equipo, siempre jugábamos al fútbol intentando disfrutar, sin notar presión de ningún lado. La afición estaba muy contenta con nosotros. Todos sabían que nuestra motivación no era cuestionable. Nunca nos dejamos nada.

El partido fue muy igualado.

Sí, con ocasiones para ambas partes, creo que las más clara fue de Vialli, salió por muy poco. Fue un partido que debió acabar con empate a cero y jugarnos el título en los penaltis. Estaba claro que, quien marcara primero, iba a ganar porque las defensas estaban superando a las delanteras.

¿Ha vuelto a ver el partido?

Lo volví a ver diez años más tarde porque me llamaron de una radio de Barcelona para hablar de él. Durante los años posteriores no la quise volver a ver.

¿Qué recuerdos tiene?

Muchos, pero lo que mejor recuerdo son los instantes antes del partido, cuando pisé el césped y vi aquel estadio con tanta historia… Era el último partido que se jugaba en el antiguo Wembley, luego lo derribaron. La grada estaba dividida en dos, con las aficiones del Barça y de la Sampdoria. Fue un espectáculo maravilloso. Salieron 25 aviones de Génova y coches y autocares. Aquel momento pisando el césped sí que sentí el peso del partido, luego te vistes de futbolista, te centras y te aíslas.

¿Qué sintió cuando acabó el partido?

La decepción fue enorme porque sabíamos que habíamos llegado con un equipo fuerte. ¿Cuántas veces podía llegar la Sampdoria a una final de la Champions? Era una ocasión irrepetible. La moral estaba muy baja, pero con los años lo recuerdo de otra manera porque vivimos grandes emociones, llegando a una final de la Copa de Europa, así que guardo con mucho cariño aquel partido en mi memoria. Los partidos se ganan y se pierden…

¿Y el viaje de vuelta?

Pues todo el mundo igual, la afición, nosotros… Y además no sabíamos qué iba a pasar en el futuro, qué iba a hacer el club. El presidente había gastado muchísimo dinero para construir el equipo que teníamos y llegar al techo de Europa y perder la final… No sabíamos qué iba a hacer. Estaba claro que algo iba a cambiar. Y así fue. A parte de que Mantovani (el entonces presidente) murió en octubre de 1993 y cogió el mando su hijo, pero con otro proyecto. Siguieron llegando buenos resultados durante algunos años y el club estuvo a buen nivel, pero aquel grupo histórico se fue diluyendo.

¿Habría cambiado la historia si la Sampdoria gana la final?

No sé si sería un grande. Está claro que ya no lo sabremos nunca, solo podemos hacer una proyección de lo que habría sido. Yo creo que el presidente no habría cancelado el trabajo de todos aquellos años y hubiera seguido apostando por mantener y reforzar el grupo porque al año siguiente habríamos seguido en la Copa de_Europa.

Usted es genovés y canterano de la Sampdoria. ¿Lo vivió de forma especial?

Se vive distinto. He jugado en la Sampdoria desde que tenía diez años y llevo al club en el corazón desde pequeño. Tuve la suerte de llegar al primer equipo en un momento histórico. Para mí fue un honor. Un placer. Una emoción enorme, pero también es cierto que en aquel grupo todos estábamos en cierta manera involucrados emocionalmente con la Sampdoria.

Desde la distancia, ¿cree que la historia del Barça habría sido la misma si no gana aquella final?

Yo creo que sí porque el Barça, aún perdiendo en Wembley, ya tenía pinta de ser uno de los grandes de Europa. Un solo partido no puede cambiar la historia de un club.