Luis Suárez pudo con todo en su regreso a la titularidad
La entrega y lucha constante de Luis Suárez impresiona. Tras gozar de poco más de media hora ante el Mallorca y también el Leganés, el uruguayo reapareció en el once titular, ante un rival tan exigente como el Sevilla, y aguantó los 90 minutos a un meritorio nivel. Bregó con los defensas rivales, tuvo la primera y la última ocasión de los azulgranas -la segunda muy buena- y dio una lección de compromiso. Fue Suárez en estado puro.
Han pasado cinco meses y diez días exactos desde su última titularidad, en el partido de la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid, el 9 de enero. Después, fue sometido a una artroscopia por el doctor Cugat y el parón por la pandemia por el coronavirus le permitió regresar al mismo tiempo que sus compañeros y con el alta médica en el bolsillo.
El uruguayo se las tuvo que ver con centrales del nivel de Diego Carlos, quien le vigiló muy de cerca, y también Koundé.
La primera, solo empezar
Suárez empezó fuerte, con unas ganas enormes, y a los tres minutos gozó de una buena oportunidad, cuando Semedo llegó hasta línea de fondo, pasó al uruguayo y a éste le salió un chut centrado que atajó Vaclik.
El ‘9’ azulgrana no se dejó nada en la reserva. Estuvo activo, mucho más de lo que se podía esperar en estas circunstancias, y fue objeto de algunas faltas bastante duras, como la de Diego Carlos antes del descanso que originó una trifulca. Leo Messi, su gran compañero y amigo, acudió rápido a quejarse, consciente de que Suárez acaba de salir de una lesión. Aun así, el Sevilla no cesó en su empeño y en la segunda parte se sumó Fernando a la vigilancia sin contemplaciones. Una entrada en la línea de medios, cuando ‘Lucho’ fue a buscar el balón, le dejó dolorido en la parte baja de la espalda.
Con el partido más roto, recuperó balones y también perdió alguno, como uno que originó una contra local que quedó en nada. Setién movió ficha, hizo cambios, y Luis se mantuvo sobre el terreno de juego. Jugó unos minutos en doble punta con Messi, y fue realmente meritorio el esfuerzo que hizo en los minutos finales. Suya fue la mejor ocasión del Barça, a pase de Jordi Alba. Su derechazo salió algo alto. Hubiera sido la guinda al pastel y un merecido premio. Suárez está de vuelta.
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