Maradona, el emperador eterno de Nápoles

Messi, a brillar en el templo de Maradona

 Nápoles ya se prepara para el duelo ante el FC Barcelona en el que el 'sucesor' de Maradona, Leo Messi, arrancará ovaciones / Iván San Antonio / Javi Ferrándiz

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Aquí todos somos de Diego, no hay nadie que no le recuerde con cariño. Lo nuestro fue una historia de amor que aún perdura”, relata un taxista mientras atiende el móvil, hace sonar el cláxon, sortea peatones y nos habla. Sin mostrar el más mínimo atisbo de agobio. Un fenónemo.

Maradona es Nápoles y Nápoles es Maradona. El caos hecho ciudad y una ciudad hecha persona en la figura del ‘10’ de Argentina, que también lo fue del conjunto ‘azzurro’. Maradona impregna la ciudad de arriba a abajo. No existe ni un solo rincón en el que no emerja la esencia de lo que fue Diego, de lo que sigue siendo aún: la belleza decrépita. Desde tiendas de ‘souvenirs’ que venden camisetas del ‘10’ junto a otras de Mertens o Insigne en las que también pueden comprarse figuritas del ex futbolista hecho leyenda. También murales enormes, míticos ya, bajo los que se sientan a charlar tres señores napolitanos que dan la bienvenida a lo que busca ser un mausoleo dedicado al argentino. “Pasad, pasad, sin problema, bienvenidos”.

Pósters, recortes de prensa plastificados para que los pocos días que llueve no estropeen los improvisados lienzos de un museo al aire libre. A la entrada una pequeña caja saluda a los visitantes y les recuerda que “no hace falta que hagan ustedes ningún donativo”, la elegante forma de pedir que, si lo hacen, será bienvenido. Porque en Nápoles todo el mundo se busca la vida como se la buscó Diego, con talento y calle. Diego es un napolitano que nació en Argentina, pero eso no le hace menos napolitano. “Maradona es nuestro emperador”, explica un camarero en el Bar Nilo, dedicado, también, a su figura.