Mano izquierda con Dembélé

Messi luchó contra lo imposible y Dembélé puso la guinda

 El argentino se antepuso a cinco jugadores y dio el pase de la muerte al jugador francés, que marcó un auténtico golazo / LALIGA

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"Empieza el serial Dembélé”, soltó con hartazgo Valverde. Una, dos, tres…. Hasta cuatro preguntas seguidas tuvo que responder sobre el francés. Un fastidio para el Txingurri, tan cansado de esquivar el ruido de los medios como de los retrasos de Ousmane.

Paciencia. Mucha paciencia se impuso Valverde, que terminó soltándose con algún chascarrillo “¿Recuerda algún compañero que fuera muy impuntual?”, le preguntaron. “Uff, he visto de todo”, se arrancó entre risas. “Lo de Dembélé incluso me ha pasado a mí, ¿eh? Pero no muchas veces”

Fue en la recta final. La versión más relajada de Valverde. Aunque sin abandonar del todo ese gesto, tan hermético y estoico, del que está a la defensiva.

Se notó que el partido es intrascendente para el Barça, a pesar de tratarse de la Champions. Y  Valverde fue tan Valverde como de costumbre.

Despachó el Caso Dembélé con diplomacia (aseguró públicamente que había que solucionarlo de puertas adentro y lo convocó). Y recurrió tibiamente a la cantera (solo Miranda entró en una lista sin Riqui Puig, Oriol Busquets o Chumi) a pesar de tener el Barça asegurada la clasificación para octavos como primero de grupo.   

¿Qué hacer con Dembélé?

Nadie acierta en el club con una solución para Dembélé. Y ayer incluso Urbano Ortega, el que fuera la mano derecha de Robert Fernández, reconoció en la COPE que cuando lo ficharon sabían que tenía un entorno complicado y problemas de indisciplina

De momento, Valverde opta por la vía diplomática. A sabiendas de que la aportación del futbolista en el campo está siendo clave en este arranque de temporada (suma ocho goles entre todas las competiciones). 

Ayer el técnico tiró de su habitual hoja de ruta para medirse al Tottenham. Ni siquiera descartó a Luis Suárez, a pesar de insinuarlo en la rueda de prensa. Tanto el uruguayo como Messi no se perderán el último partido del grupo, aunque el primero podría ser suplente para no cargar su rodilla. 

El Barça presentará algunos cambios importantes (Cillessen apunta a titular, volverá al once Coutinho y regresa a una lista Arthur). Pero no habrá una revolución como ocurría en otros tiempos cuando partidos como estos suponían un premio para los más jóvenes. Ni siquiera la irrupción de Riqui Puig en la Copa ha sido suficiente para que tenga un hueco en la lista. 

Valverde quiere ir despacio con los jóvenes. Y algunos talentos precoces como Deulofeu, que han vivido en sus carnes los estragos del primer equipo, parecen darle la razón.  

Así lo exlicaba esta semana en ‘The Guardian’. “Mira a Riqui Puig. Toda la gente dice: ‘Él es esto y esto’, pero debes tener cuidado porque el chico es muy joven [...] La gente cree que eres Messi o un jugador con mucha experiencia. Pero hay que tener cuidado porque hay que ir paso a paso”.  

Lo echará de menos el barcelonismo, siempre atento a las nuevas apariciones. Pero estará Dembélé (sería una sorpresa mayúscula que fuera el último descartado). Curiosamente es el Camp Nou, territorio poco dado a segundas oportunidades, quien mejor está cuidando al francés.