FC Barcelona - LaLiga Promises

El Manchester City, de pesca en la cantera del Barça

Pablo Moreno, Anssumane Fati y Nico González, en la agenda del City

Pablo Moreno, Anssumane Fati y Nico González, en la agenda del City / sport

Tomàs Andreu

La pesadilla de cada año llama a las puertas de la cantera del Barça. Los jugadores con mayor proyección del cadete azulgrana manejan ofertas en firme de los grandes clubes de la Premier. Hasta ahí, nada nuevo al respecto. El problema es que el escenario de la presente temporada se presenta de lo más complicado. En estos momentos, los responsables de la cantera del Barça temen por la fuga de Pablo Moreno, Ansu Nico González. Y todos ellos con un mismo destino: el Manchester City.

La historia de Nico, uno de los centrocampistas con mayor proyección, es conocida desde hace semanas. El Barça está al corriente y el propio padre del futbolista, el exjugador Fran González, ya lo transmitió al club. Tras incorporarse a la estructura técnica del City, su voluntad es reagrupar a la familia en su nueva aventura inglesa. En las últimas reuniones, el club era algo más optimista ya que intuía que la voluntad de Nico era seguir en el Barça.

Pero los nuevos casos a los que ha tenido acceso SPORT son aún más sangrantes para el futuro de la cantera del Barça. El primero de ellos es Pablo Moreno. Desde su incorporación, el delantero andaluz ha asombrado en todos los equipos que ha jugado. Pese a pertenecer a la generación del 2002, juega con un conjunto de superior edad. Goleador por naturaleza y competitivo como pocos, el club ha hecho todo lo posible durante estos años para facilitar su adaptación y ayudar a su familia. El City suspira por él, sus agentes tienen propuesta en firme y el Barça teme que se haya comprometido a final de la presente temporada.

El último nombre es Anssumane Fati. Tras una grave lesión, este mediapunta también de la generación del 2002 ha regresado exhibiendo un nivel brutal en su juego. Su progresión  es abismal y los técnicos reconocen que su adaptación al fútbol inglés sería de lo más fácil.

En el Barça lamentan no haber recibido ni una sola notificación del Manchester City. El responsable de la academia citizen, Mark Allen, y su scouter principal en la Liga, David Fernández, están acostumbrados a operar en el fútbol base español y son asiduos en la Ciutat Esportiva y el Mini.

Fuentes consultadas por SPORT también han confirmado que como mínimo el City ha sondeado a otro jugador en edad cadete del Barça, aunque la respuesta del futbolista y su agente.

Estrategia legal

Nico, Pablo Moreno y Ansu aún no han cumplido los 16 años y, por tanto, no puede concretarse ninguna operación formal de fichaje. Es ilegal. Sin embargo, sí existen fórmulas para consumar la marcha de los jugadores sin vulnerar la normativa. Y el City lo sabe muy bien porque las ha ejecutado con brillantez en casos anteriores. Por ejemplo, con Angeliño Paolo Fernandes. En ambos casos, los jugadores formados en el Deportivo y Zaragoza, respectivamente, abandonaron sus respectivos clubes antes de los 16 años. 

El método a seguir es sencillo: el futbolista queda libre a final de temporada, abandona el club, se traslada a Manchester y el City se limita a incorporarlo a sus entrenamientos y a matricularlo con celeridad para agilizar su adaptación al idioma.

Durante el tiempo que sea preciso, el club inglés no tramita ningún tipo de documentación ni ficha federativa. Todo queda supeditado al cumplimiento de los 16 años, tal y como estipula la normativa FIFA. En ese preciso instante se solicita el transfer necesario, International Clerance, y se estipula el pago de los derechos de formación que en estos casos debe percibir el club de origen. Todo fácil y ajustado a norma para no recibir castigos similares al Barça. Los jugadores se limitan a entrenar y disputar partidos no oficiales mientras se integran a la cultura inglesa.

Por desgracia, el Barça se ha habituado a lidiar con esta dificultad temporada tras temporada. Las diferencias de las propuestas económicas entre el club azulgrana y las potencias de la Premier son abismales y los proyectos deportivos a veces no son suficientes para intentar convencer a los futbolistas, sus familias y los respectivos agentes.