La maldición de Balaídos: El Barça, pasto de las meigas desde 2015

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

No sabemos si el encargado de cuidar el césped decidió poner una meiga solo en las previas de los partidos contra el Barça desde que un 5 de abril de 2015 un solitario gol de Jeremy Mathieu (sí, es increíble pero el último héroe azulgrana en Vigo ha sido él) sirviera al cuadro azulgrana para sumar tres puntos, pero el caso es que desde entonces se ha convertido en un suplicio para el equipo barcelonista visitar Balaídos. Cinco visitas, cero victorias.

TIERRA DE MEIGAS Y DE MÍSTICA

Y no solo eso, sino que el Barça ha encajado la friolera de 11 goles en estos últimos cinco compromisos en feudo celtiña. Encaja más de dos goles por encuentro. Tan solo ha sido capaz en este tiempo de marcar cinco dianas. La meiga, por cierto, para quien lea estas líneas y no entienda a santo de qué comentamos eso, es el nombre que se le da en Galicia a las brujas o hechiceras. En Riazor, en el campo del eterno rival del Celta, es conocido que algunos aficionados arrojan cabezas de ajos a la zona de las porterías para espantar a las meigas y que no traigan mala suerte al equipo. Quién sabe si alguien coloca directamente las meigas en la portería del Barça desde hace cinco años visto el rendimiento del cuadro azulgrana desde esa fecha.

La derrota más dolorosa de esta etapa negra es la del 23 de septiembre de 2015, cuando el equipo por aquel entonces dirigido por Luis Enrique cayó con estrépito en Balaídos por 4-1. Nolito, dos de Aspas y uno de Guidetti. Por el Barça Neymar anotó el de la vergüenza.

OTRO AIRE CON ÒSCAR GARCIA

Es curioso porque si nos remontamos a las 10 últimas visitas del conjunto catalán a tierras viguesas sí nos salen números más esperanzadores. Cuatro victorias, tres empates y tres derrotas. Algo más ‘apañao’ y que arroja un poco más de luz a las expectativas de la parroquia barcelonista. Lo cierto es que el Celta se encuentra en un momento óptimo de forma. Sobre todo a nivel defensivo. Después de la fragilidad mostrada en la retaguardia durante gran parte del campeonato, Òscar Garcia ha sabido dar con la tecla. Un gol encajado en los últimos siete compromisos oficiales es el tremendo balance del equipo gallego, que enlaza tres partidos seguidos sin perder (dos victorias, inclusive un 6-0 en casa ante el Alavés) y un empate.

Si analizamos el rendimiento este curso del equipo en Balaídos nos topamos con que el Celta es el 15º mejor local con cinco victorias, cinco empates, cinco derrotas, 16 tantos a favor y 13 en contra. No son malos números teniendo en cuenta que solo ha ganado dos partidos lejos de su estadio. De los últimos ocho partidos jugados en casa solo ha perdido uno, frente al Villarreal en su primer compromiso postconfinamiento.

Todo nos lleva a pensar que el Barça no tendrá para nada un choque sencillo en tierras gallegas este sábado, más si echamos un vistazo al rendimiento lejos del Camp Nou este curso del equipo: Son ya cinco derrotas y cuatro empates los que se ha dejado el cuadro barcelonés, que es el cuarto mejor visitante, un lugar bastante pobre para un equipo que quiere ser campeón.