Malcom no seguirá en el Barcelona

Malcom acabará teniendo un paso efímero por Barcelona. Ha pasado en menos de un año, de ser comprado al Girondins de Burdeos, por 41 millones de euros, en un estrambótico movimiento para que no se fuera a la Roma de Monchi, a estar, al final de su primera temporada como blaugrana, en la rampa de salida y formar parte de la lista de bajas. 

La decisión de poner a Malcom en el mercado ya está tomada y no va a haber marcha atrás. Solo salvaría al brasileño un repentino cambio de entrenador, ahora mismo no previsto por la cúpula del club, y que el hipotético nuevo inquilino del banquillo pidiera su continuidad.

En el escenario actual, que es el más plausible que se materialice, confluyen los intereses del jugador y del club. 

Con 22 años, Malcom desea sentirse importante para seguir progresando en su etapa europea. Y, por otro lado, al club no le toca otra que intentar aumentar el capítulo de ingresos, para poder hacer frente a unas incorporaciones exigentes, que tienen que dar un nuevo salto de calidad a la plantilla tras la debacle de Anfield y la decepción de no haber caído en la final de la Copa del Rey.

La continuidad de Ernesto Valverde, que el presidente Josep Maria Bartomeu ratificó en Sevilla después de la derrota con el Valencia, inviabiliza la continuidad del extremo brasileño, ya que, seguiría desempeñando un rol secundario. 

Esta temporada,  el ex del Corinthians y el Girondins ha participado en 24 encuentros, disfrutando de 1.114 minutos, que ha retribuido con 4 goles, sin duda el más recordado el de la ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid (1-1). Aunque salió como revulsivo en los 10 últimos minutos de Anfield y en la media parte de la final contra el Valencia, lo cierto es que Malcom ha estado toda la temporada muy lejos de la titularidad. 

Una venta superior a los 40 millones de euros

El escenario ideal para el club sería poder recuperar los 41 millones de euros que se desembolsó el verano pasado, lo que representaría tener beneficios en esta operación, ya que  se ha amortizado un año de su compra. Llegar a los 50 millones ahora mismo no parece algo posible de alcanzar.

El brasileño ya tiene interiorizado, desde hace meses, que lo mejor, a nivel deportivo, para él es un cambio de aires. Por eso, se mostrará muy receptivo a la hora de escuchar las ofertas que le llegarán. 

La Premier League es su destino más probable. En el mercado invernal, fue tentando por el fútbol chino, pero esta es una opción que el propio jugador ha descartado.

En los últimos meses, sus agentes han sido sondeados por varios clubes ingleses, y esta es una opción que el propio Malcom vería con buenos ojos, ya que entiende que sus características de juego se adaptan a la perfección a una liga de ritmo alto, en busca extremos rápidos y con desequilibrio.

Una cesión, ¿por qué no?

La secretaría técnica sigue pensando que Malcom puede ser un jugador muy válido y que, dada su juventud, su rendimiento tiende a mejorar en los próximos años. Si se le ha puesto en el mercado es porque, en su caso (y no es el único), se han antepuesto los intereses financieros de la entidad. 

Continuar teniendo controlado al extremo brasileño es una opción que podría ser posible. Por este motivo, no están excluidas, en este inicio de mercado, fórmulas como una venta, con una posibilidad de recompra, o incluso una cesión, con obligatoriedad de compra pero con derecho de tanteo.