Jugará por detrás de Neymar y Luis Suárez

Luis Enrique retrasará a Leo Messi

La evolución del mejor jugador del mundo aconseja evitar esfuerzos innecesarios  

Estos son los planes de Luis Enrique para Leo Messi

Estos son los planes de Luis Enrique para Leo Messi / sport

Tomàs Andreu

La idea planeaba sobre el banquillo blaugrana desde hace como mínimo un par de temporadas. Incluso Tito Vilanova compartió con algunos de sus auxiliares el debate sobre la necesidad de aplicar algunos cambios tácticos en función de la evolución física que ha experimentado Leo Messi en los últimos años. Ahora, con la llegada de Luis Enrique, todo está preparado para afrontar un ajuste táctico que afecta de lleno al mejor jugador del mundo. El deseo del técnico no es otro que el de retrasar levemente la demarcación de Messi en el terreno de juego, manteniéndolo como el eje sobre el que pivotará todo el ataque blaugrana, pero dosificando al máximo su castigo físico.

El 4-3-3 teórico se mantiene aunque incorporando matices de peso que por momentos pueden difuminar el tradicional sistema de juego del Barça. El dibujo consensuado entre el cuerpo técnico y la dirección deportiva va encaminado a centrar la presencia de Neymar y Luis Suárez, al tiempo que Leo Messi cede unos metros respecto al área rival. Nada que ver con dos delanteros pegados a banda y el argentino pisando el punto de penalty o ejerciendo de falso nueve a sus anchas. El repliegue del 10, que seguirá contando con plena libertad de movimientos, debe potenciar las virtudes del brasileño y uruguayo. 

La voluntad de Luis Enrique es trabajar de forma simultánea con múltiples esquemas que puedan adecuarse a todo tipo de rivales o situaciones en el desarrollo de un partido. “Para ser imprevisibles podemos utilizar diferentes dibujos, pero siempre siendo fieles a nuestro estilo”, aseguraba en su última rueda de prensa. Un deseo que para nada está reñido con el proceso de maduración experimentado por Messi. Los técnicos pretenden evitar las clásicas cabalgatas de Leo arrancando en el centro del campo o pegado a la banda izquierda para afrontar interminables slaloms en solitario de 30 o 40 metros. Esfuerzos que hoy se consideran innecesarios, de alto riesgo físico y que en los últimos meses ya se han demostrado improductivos. El mejor jugador del mundo debe aprender a dosificarse,  optimizando al máximo sus recursos y contribuyendo cada vez más al juego colectivo.

El proyecto de Luis Enrique arrancará con esta premisa. Y Leo Messi ya está al corriente desde hace semanas. En el fondo, y con algunos matices derivados del enorme talento del centro del campo culé, el Barça emularía en movimientos puntuales el sistema de juego empleado por Argentina durante el reciente mundial de Brasil. Retoques de dibujo que se verían arropados con el fichaje de Luis Suárez, erigido en el atacante más adelantado sobre el terreno de juego.

La pizarra contempla un 4-3-3 inicial en el que los laterales todavía adquirirán mayor importancia. Con Neymar y Luis Suárez desplazándose desde sus respectivas bandas al centro con enorme asiduidad, la incorporación de Dani Alves –o el colombiano Cuadrado si culminan las negociaciones con la Fiorentina– y Jordi Alba se convierten en una necesidad extrema. En contrapartida, y en busca de una mayor contundencia defensiva, Luis Enrique se plantea potenciar el músculo de la zona ancha. El retorno de Javier Mascherano al centro del campo y la presencia de Rakitic, un futbolista de amplio recorrido, aportan alternativas a un equilibrio que se ha echado de menos en las últimas temporadas en las que Sergio Busquets se ha visto demasiado desasistido.

El técnico asturiano mantiene que “Messi sigue siendo el mejor jugador del mundo”, pero es evidente que disfrutar otra temporada en la que Leo anote 60 goles es un reto casi imposible. La evolución diseñada para el argentino reducirá su pegada pero potenciará su visión de juego y su capacidad para desbordar en los metros finales. Sus eslaloms serán contados y se buscará el uno contra uno en distancias cortas y próximas a la frontal. Fórmulas destinadas a potenciar el talento de Leo limitando sus esfuerzos y el castigo físico al que se ha visto sometido en las últimas campañas.