Luis Enrique, 1015 días y 8 títulos después en el banquillo del Barça

Luis Enrique en los prolegómenos del Barça-Sporting del 1 de marzo de 2017 (izquierda) y el día de su presentación oficial como entrenador blaugrana 21 de mayo de 2014

Luis Enrique en los prolegómenos del Barça-Sporting del 1 de marzo de 2017 (izquierda) y el día de su presentación oficial como entrenador blaugrana 21 de mayo de 2014 / AFP/ JAVI FERRÁNDIZ

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Luis Enrique Martínez aprovechó el FC Barcelona - Sporting (6-1) del 1 de marzo de 2017 para anunciar oficialmente que dejará el banquillo del conjunto blaugrana a partir del próximo 30 de junio. El principal argumento del asturiano fue que cumplir su sueño le supone un desgaste que no le permite ir más allá de estas tres temporadas.

En las imágenes que acompañan esta información, ambas en el banquillo del Camp Nou, se puede comprobar las huellas que ha dejado en el rostro de Luis Enrique ese desgaste desde el 21 de mayo de 2014, el día de su presentación oficial, hasta el 1 de marzo de 2017.

Ocho títulos y 1.015 días después, incluido un triplete, y a expensas de lo que suceda durante los próximos tres meses en los que todavía están en juego los tres títulos más importantes, Luis Enrique considera que tres temporadas es el tiempo justo para no quemarse, como se dice hoy en día, o para no salir en globo, como afirmaba el inolvidable Johan Cruyff.

En su momento, ya hicimos la comparación del precio que tiene dirigir un transatlántico como el FC Barcelona camino de un triplete, tanto en Josep Guardiola como en el propio Luis Enrique:

A partir de ahora, se abrirá un periodo de continuos rumores y presión sobre los despachos para saber quién será el entrenador que tome el relevo de Luis Enrique, aunque en cierta forma libera de tensión al vestuario que podrá centrarse en luchar por los títulos.

Clasificado para la final de la Copa del Rey del 27 de mayo contra el Deportivo Alavés, flamante líder de una Liga Santander que no se decidirá hasta el final y agarrado a un clavo ardiendo en la Champions tras el nefasto 4-0 del Parque de los Príncipes contra el PSG, Luis Enrique ya ha dicho que sus baterías han entrado en la reserva.

En qué medida han influido sus dificultades para relacionarse con los medios de comunicación o el lógico desgaste en sus relaciones dentro del vestuario solo lo sabe el todavía entrenador del Barça. Pero lo que queda claro en estas imágenes es que el banquillo del Barça consume a su propietario, aunque viva casi permanentemente en el éxito, como es el caso de 'Lucho'.