La lucha de Rafinha en el PSG

Rafinha Alcántara acaba de cumplir 28 años con ambición de pasar página y volver a sobreponerse a otra adversidad. El canterano del Barça pasó un verano difícil viendo que entrenaba sin opciones de contar para Ronald Koeman y con el club situándolo en un mercado con escasas opciones de movimiento por la pandemia. Rafinha no cesó en su empeño, entró incluso en una convocatoria liguera de Koeman, y al lmíte del cierre del mercado se le iluminó el futuro con la oferta repentina del PSG.

Rafa firmó por tres temporadas y el Barça se aseguró el 35 por ciento de un futuro traspaso, además de 3,5 millones en variables. Después de ingresar en el fútbol base blaugrana con 13 años, disputando 90 partidos oficiales y marcando 12 goles, el brasileño dio otro impulso en su carrera y encontró una estabilidad después de tres cesiones, dos en el Celta y una en el Inter de Milan.

Confianza de Leonardo y Tuchel

En su último periodo en Vigo disputó 20 partidos oficiales y demostró que su doble lesión de rodilla estaba totalmente olvidada. Su físico había respondido a la perfección y buscaba otros retos.

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En París empezó contando con la confianza del director deportivo, Leonardo, y del entrenador, Thomas Tuchel. Se integró bien en el equipo con una legión de jugadores latinos, aunque el idioma nunca ha sido problema para él. Habla cinco idiomas (castellano, catalán, portugués, inglés, italiano) y realiza clases de francés. A Rafinha le gusta empaparse de la ciudad y el país donde vive. En Milán, por ejemplo, vivía en el centro de la ciudad y en París también le gusta estar próximo a su nuevo entorno.

Rafa o Rafael, como se ha inscrito en la camiseta en el PSG para marcar una nueva época, cuida su preparación al máximo. Además del trabajo con su equipo, también se ejercita con un preparador personal para no dejar ningún cabo suelto. Atender su condición física y prevenir de lesiones son una prioridad.

Rafinha disputó 17 partidos con Tuchel, participando en los 6 de la liguilla de la Champions League. Fue titular en los tres últimos del técnico hasta que fue cesado antes de llegar a fin de año tras una victoria por 4-0 ante el Estrasburgo.

Difícil arranque del 2021

El cambio de año no sentó bien al futbolista, que tuvo la mala suerte de verse afectado por el Covid-19 coincidiendo con la llegada de Pochettino. Tuvo que cumplir con la cuarentena y desde entonces le ha costado mucho coger el ritmo de competición. Solo ha jugado 20 minutos en el partido ante el Nimes y no pudo entrar en la convocatoria en el último encuentro ante el Niza por unas ligeras molestias.

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Difícilmente podrá participar el martes en el Camp Nou, pero Rafinha afronta el reto de recuperar las buenas sensaciones del inicio de temporada y convencer a Mauricio Pochettino. Su objetivo es ser un jugador importante en el PSG y quiere consolidarse en un club grande europeo. El segundo tramo de la temporada es un reto que quiere superar y acabar demostrando su valía.

La motivación es máxima y también la ilusión por volver a la selección brasileña. Con un PSG que Tite sigue atentamente cada semana por la presencia de Neymar o Marquinhos, Rafa sueña con disputar un gran torneo con la verdamerlha. La Copa América de este verano y el Mundial del 2022 de Catar están en el punto de mira.