LIGA SANTANDER 2016/2017: LEGANÉS - FC BARCELONA

Los tres 'pepinos' del Barça conquistan Leganés

El Barça resuelve por la vía rápida su primera visita a Butarque gracias al extraordinario rendimiento de Suárez, Neymar y Messi: Rafinha completó la goleada con un gran disparo desde la frontal

Javier Giraldo

"Con los tres pepinos que tenemos arriba, es normal que les tiremos los balones a ellos", había comentado en su día Gerard Piqué. Y cada partido que juega el Barça sirve para comprobar que, efectivamente, el tridente es el alma de este equipo: volvió a quedar claro en Butarque, en la primera visita del Barça a Leganés, resuelta por la vía rápida gracias a la intervención de Messi, Suárez y Neymar, nuevamente implacables ante el portero rival.

El rendimiento de los tres delanteros del Barça dejó en segundo plano el cambio de sistema del Barça: Luis Enrique, que parece empeñado en sorprender al culé en cada partido, no rotó a sus jugadores, sino al propio sistema: el equipo se desplegó a partir de un 3-4-3 con Mascherano, Piqué y Umtiti en defensa, y con Rafinha y Alba como interiores, acompañados de Iniesta y Rakitic en la medular. El tridente, eso sí, vive ajeno a los cambios de la pizarra.

El equipo blaugrana no empezó cómodo en Butarque: el Leganés de Garitano empezó atrevido, con las líneas muy adelantadas, intentando ahogar la salida de balón del Barça, especialmente a Mascherano (el más incómodo del Barça en Leganés) y el conjunto de Luis Enrique parecía incapaz de trenzar su juego.

La intensidad del Leganés duró poco más de un cuarto de hora: fue un dominio territorial, con más intención que ocasiones, hasta que el Barça supo leer lo que pedía el partido: balones largos y contragolpe frente a la asfixiante presión del 'Lega'. Buscar a los tres 'pepinos', como diría Piqué.

Apareció entonces Luis Suárez, el currante del tridente. El uruguayo pescó uno de esos balones que parecen destinados a diluirse y lo peleó como si fuese el último del partido. En el cuerpo a cuerpo con Bustinza ganó el 'nueve' del Barça: el defensa vasco acabó tumbado en el suelo mientras Suárez encaraba en solitario el área de Serantes para regalarle el gol a Messi. El argentino, quién si no, hizo historia en Butarque, anotando el primer gol en Primera división en el campo del Leganés.

Neymar pudo marcar el 0-2 cuatro minutos después, al reamatar acrobáticamente otro centro de Suárez. La tijera del brasileño, una maravilla estética, se fue por encima del larguero de la portería de Serantes.

El 0-2 lo acabaría firmando Suárez, que invirtió sus papeles con Messi: el argentino se fabricó el gol y a la hora de rematar, regaló el balón a Suárez, que solo tuvo que empujarla.

La mejor ocasión del Leganés llegó poco después: Machís superó a Mascherano por la banda izquierda del ataque local y se plantó solo ante Ter Stegen: el alemán rechazó a bocajarro, y en la segunda jugada, Machís se encontró con el cuerpo de Umtiti, muy atento a una jugada que amenazaba con acabar en gol del Leganés. 

el tridente, al completo

Pero el Barça cerró definitivamente el partido poco antes del descanso, también a la contra: Messi controló un balón en el centro del campo ante el acoso de dos rivales y filtró un balón a Suárez. El uruguayo, generoso, prefirió buscar a Neymar que encarar a Serantes y el brasileño marcó a puerta vacía, con tanta facilidad como lo habían hecho anteriormente sus compañeros de tridente.

En la segunda parte, el Barça se permitió el lujo de disfrutar de la goleada y de dosificarse: por momentos, parecía que Neymar se convertía en el protagonista del partido por las numerosas faltas que recibía. Una de ellas, clarísima, fue castigada con penalti por De Burgos Bengoetxea. El lanzamiento lo ejecutó a la perfección Messi, que se fue de Leganés...

Cerrado el resultado, Luis Enrique dio descanso a Suárez y a Rakitic. Entraron en su lugar Alcácer y Arda: el valenciano estuvo cerca de estrenarse como goleador, pero cuando vio puerta, el árbitro anuló la jugada por fuera de juego. Mientras, Arda ejerció de pivote defensivo, tal era la comodidad con la que jugaba el Barça en Butarque.

No marcó Alcácer, pero sí que lo hizo Rafinha, goleador inesperado en Leganés. Lo hizo gracias a un extraordinario disparo desde la frontal del área, síntoma de que es un jugador rebosante de confianza pese a no ser titular indiscutible. 

neymar, en la diana

La última media hora del partido sirvió para que el Barça disfrutase a cuentagotas: los jugadores y el público del Leganés la tomaron con Neymar, convertido en la diana de los rivales y de la grada sin saber muy bien por qué. La estética y el adorno forman parte de su juego, pero está lejos de ser un provocador, por más que su fútbol desquicie a sus rivales. Se le acusa de histriónico, pero Neymar nunca ha escondido que su fútbol es así, espontáneo y fresco

El asunto no pasó a mayores: el Barça siguió jugando fiel a su estilo, buscando la portería rival. Alcácer coqueteó con el gol, pero no tuvo suerte en el último toque. El Leganés apuró sus opciones de marcar el gol del honor, que llegó a falta de diez minutos para el final: lo marcó el brasileño Gabriel de falta directa, consuelo menor para el equipo local, que soñaba con la campanada y que acabó triturado por la voracidad del tridente del Barça.