Los secretos del 'método Machín'

Pablo Machín, el técnico de moda del fútbol español

Pablo Machín, el técnico de moda del fútbol español / Javi Ferrandiz

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Un mago nunca revela sus trucos, dicen. No es el caso de Pablo Machín, a quien hablar de fútbol le fascina. Lo hace sin filtros, sin guardarse cartas. Y eso que. de ases en la manga, al técnico soriano le sobran.

Fichar a gente joven es una de sus decisiones más firmes. “Siempre he creído mucho en eso. Cuando eres joven tienes mucho más margen de mejora que cuando eres veterano. En un equipo se necesita veteranía pero también la inconsciencia de gente joven. En momentos en los que la gente arruga las piernas, esa inconsciencia de no saber muy bien dónde estás  –entre comillas- o lo que te estás jugando hace que puedas tener un plus”, opina.

Al técnico le gusta la posesión, siempre que ésta no vaya en contra del perfil de sus jugadores. “La posesión hace que el rival te ataque menos, y si te ataca menos, tendrá menos opciones de gol. Se trata de llevar a cabo el plan que has ideado. Si ese pasa por la posesión está muy bien, pero si tiene que ver con la rapidez y el contragolpe, no sirve de nada tener la posesión. Incluso te interesa que la tenga el rival. En el término medio está la virtud. Me gusta que mis equipos sean valientes, pero que esta valentía no sea tampoco un suicidio”, asegura Machín huyendo de radicalismos.

El soriano encontró en el 3-5-2 el dibujo ideal. Todo el mundo sabe cómo juega el Girona, pero son pocos los que ganan la partida de ajedrez al soriano. “La perseverancia y la paciencia, que muchas veces no depende de nosotros sino de lo que nos dejen hacer los que dirigen los clubs, es importantísima. Nos está yendo muy bien con el 3-5-2, pero la gente que nos conoce sabe que encontramos variantes para renovarnos y sorprender. No antepongo el sistema a los futbolistas, sino que buscamos el ideal para que estos brillen”, reflexiona.

El técnico tiene claro que la relación con el jugador debe ir más allá de lo estrictamente profesional. “El fútbol es como cualquier trabajo. Si empatizas con la persona que tienes delante y conoces los problemas que tiene en el ámbito personal, ese vínculo hará que en momentos malos puedas dar un poco más por esa persona que se está poniendo en tu pellejo y te está intentando ayudar”, valora. ¿Funcionaría este modelo en un equipo ‘grande’? Machín lo tiene claro. “Los futbolistas pueden ser más o menos mediáticos pero siguen siendo personas y gente con una edad, con unos problemas que siempre se suelen dar de forma parecida y la gestión puede ser similar”. Palabra del técnico de moda.