Los orígenes del FC Barcelona en la Supercopa de España

Equipo del FC Barcelona que se adjudicó la Copa Argentina en 1945. De izquierda a derecha: Mur (masajista), César, Velasco, Gonzalvo II (Josep), Curta, Sans y Elías. Agachados (mismo orden): Gonzalvo III (Marià), Bravo, Gamonal, Escolà y Martín

Equipo del FC Barcelona que se adjudicó la Copa Argentina en 1945. De izquierda a derecha: Mur (masajista), César, Velasco, Gonzalvo II (Josep), Curta, Sans y Elías. Agachados (mismo orden): Gonzalvo III (Marià), Bravo, Gamonal, Escolà y Martín / Antoni Campañá Sr.

David Salinas

David Salinas

La actual Supercopa arrancó el curso 1982-83. En los inicios, los equipos participantes acomodaron el torneo en plena temporada, generalmente en los últimos tres meses del año. Pero los problemas de calendario fueron una constante. Incluso hubo ediciones que no llegaron a celebrarse por falta de acuerdo entre los finalistas por las fechas (1986 y 1987). El problema quedó zanjado a partir de 1994, cuando la Supercopa quedó enmarcada como la primera competición oficial y, desde entonces, siempre se ha jugado en agosto.

El FC Barcelona abrió fuego en esta competencia el 26 de octubre de 1983 en San Mamés (1-3). El equipo de César Luis Menotti, pese a perder el partido de vuelta en el Camp Nou (0-1) un mes después, el 30 de noviembre, inscribió por vez primera su nombre en el palmarés del nuevo torneo.

Sin embargo, los orígenes del Barça en una competición de estas características (campeón de Liga vs. campeón de Copa) hay que buscarlos en la temporada 1945-46. Con anterioridad se había disputado la Copa de Campeones (1940-41) entre el Atlético Aviación y el Espanyol, de carácter amistoso y sin recorrido.

debut

El 23 de diciembre de 1945, el equipo azulgrana debutó en la llamada Copa Argentina, conocida popularmente como Copa de Oro por estar confeccionada con 940 gramos de este precioso metal (de 22 quilates) y tener una valoración de 60.000 pesetas. El Barça (campeón de Liga) se enfrentó al Athletic (campeón de Copa) en Les Corts a partido único. Ganó el cuadro local 5-4, goles de César (2), EscolàGamonal Bravo.

El duelo tuvo carácter benéfico y la recaudación se repartió a partes iguales entre los hospitales de Barcelona Bilbao. La idea de este cara a cara entre campeones partió de un grupo de súbditos argentinos encabezados por el cónsul general de este país en Barcelona, Miguel Alfredo de Molina.

El partido lo organizó el cónsul con la colaboración de la Federación Catalana de Fútbol y fue un acontecimiento, como lo demostró el hecho de que acudió el presidente del Consejo Nacional de Deportes, el general José Moscardó, representantes de la FEF (sr. Mendoza), además de las más altas jerarquías del fútbol catalán.

De todas formas, la oficialidad quedó en entredicho al hablarse en la prensa de “partido amistoso” –según palabras del propio Samitier, entonces técnico del Barça–, y posponer la organización la normativa del trofeo hasta la segunda edición, en la que, por ejemplo, el partido se jugaría en feudo neutral y el ganador se haría con la copa en propiedad ganando dos finales consecutivas o tres alternas.

Para el debut, al partir la iniciativa desde Barcelona, la sede quedó clara desde el inicio, no así el escenario, pues en principio se escogió el Estadio de Montjuïc, cambiándose después por Les Corts. Siempre con el visto bueno del Athletic. La fecha, igualmente, dio varios saltos en el calendario, pasando del 8 de septiembre a finales de noviembre para jugarse el partido, finalmente, el 23 de diciembre.

El partido

Deportivamente, el duelo fue pródigo en emoción. El Athletic, que a finales de octubre había pasado como un ciclón por Les Corts en la Liga (0-6), se adelantó 0-2 a los 10 minutos (Urra Zarra). Reaccionó el Barça en aquella ventosa tarde gracias a César y el Mestre EscolàPanizo anotó el 2-3 y, antes del descanso, Gamonal volvió a nivelar el marcador.

En la segunda mitad el Barça se envalentonó y César (de falta) y Bravo adelantaron al cuadro local (5-3), que reculó en la recta final, aprovechándolo el equipo vasco para descontar (Urra). Pero ya no hubo más movimiento en el marcador y, al final, a pie de campo, se entregó el preciado trofeo, que recogió Escolà.

Para Bertol, capitán del Athletic, hubo una reproducción de la copa en plata sobre dorado y, para los 22 jugadores, medallas de oro. César fue reconocido como mejor jugador del partido y se le premió con un cronómetro de oro. La Copa Argentina no se jugó la temporada 1946-47 pero sí en la siguiente, aunque bajo otro nombre: Copa Eva Duarte.