Los datos de una cabalgada de ciencia ficción

El golazo de Dembélé sí llegó pronto

El golazo de Dembélé sí llegó pronto / MEDIAPRO

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Ya empieza a ser habitual ver golazos de Ousmane Dembélé. La controversia que genera navega al mismo ritmo que los destellos de brillantez que va dejando a su paso. Para la ‘videoteca’ particular del FC Barcelona ya son unas cuantas las obras de arte que ha plasmado el extremo francés. La que anotó frente al Tottenham, eso sí, probablemente se lleve la palma. Aunó intuición (en la presión y en el robo), potencia (en una conducción endiablada), agilidad (la forma cómo sortea rivales y la plasticidad de las piernas es sencillamente brutal) y precisión (bate a Lloris con gran destreza y su sangre fría habitual).

Una sangre fría a la que nos estamos acostumbrando los espectadores, pero ante la que los defensas, por mucho que vean la jugada repetida una y mil veces, nada pueden hacer. Porque la imprevisibilidad de Ousmane pudiendo salir del regate por dentro o por fuera y esa habilidad innata con ambas piernas para centrar, disparar o quebrar hacen que no haya forma infalible de defenderlo. Mención aparte mercería también evidentemente las cosas negativas que genera esa aparente despreocupación y ausencia de nervios del galo. También ante los 'Spurs' quedó patente que las desconexiones que sufre le hacen marrar pases claros y controvertidos que pueden generar peligrosos contraataques. Pero vamos a quedarnos con esa parte positiva, que es mucha.

Si nos detenemos en el ‘cuadro’ que pintó el Maestro Ousmane en el Camp Nou ante el Tottenham hay multitud de datos y de curiosidades a extraer. Más allá de la bellísima factura del gol, lo que hizo el extremo galo esconde una serie de factores que lo hacen aún más especial. No será nada fácil centrar a un futbolista que apenas cuenta con 21 años y que vive en una burbuja que comenzó a hacerse grande cuando se pagó por él la friolera de 105 millones de euros (más esos 40 en variables)

Distancia total recorrida:

Desde que el atacante azulgrana arranca dentro de su propia área para llegar a la presión de balón sobre el defensa del Tottenham Walker-Peters hasta que termina batiendo a Lloris transcurren 87,7 metros. 33 desde que inicia presión hasta el momento del robo y otros 54,7 hasta que marca el gol.

Contactos totales con el balón:

Son siete en total las veces que contacta con el esférico, dos con la derecha (la del robo y la del recorte) y las cinco restantes con la izquierda, contando la definición por bajo.

Tiempo transcurrido entre que arranca para la presión y el gol:

Son apenas 13 segundos los que ‘gasta’ el galo entre que arranca desde su propia área para iniciar la presión sobre Walker-Peters hasta que bate a Lloris. Cinco segundos hasta que roba el balón y los ocho restantes los gasta en su galopada particular y definición.

Rivales a los que ‘burla’ el francés:

Desde que le roba la cartera a Walker-Peters, su primera víctima, Dembélé elude a Wings y ante el rápido repliegue de Peters vuelve a dejarlo sentado. Wings es el que sale en la ‘foto’ del recorte tras lanzarse en segada a la desesperada y quedar totalmente clavado por el francés.