Llega Jordi Cruyff, el guardián del estilo

El hijo de Johan formaliza finalmente su regreso al Barça con el objetivo de marcar la filosofia del club, desdibujada en los últimos tiempos

La múltiple i diversa experiencia acumulada avala al exjugador para marcar las pauta futbolísticas de la entidad

Jordi Cruyff, contento de volver al Barça

Jordi Cruyff se mostró contento tras hacerse su vuelta al FC Barcelona / FCB

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Tras varios meses de especulaciones, al fin se concretó: el Barça anunció oficialmente la incorporación de Jordi Cruyff (Ámsterdam, 9 de febrero de 1974), hasta ahora técnico del Shenzhen FC. De esta manera, el exjugador se une al proyecto de Joan Laporta, que llevaba desde el pasado 7 de mayo tratando de recuperar la simbólica figura de Jordi para el club. Su percepción del fútbol, alineada con la de su padre Johan, y su experiencia adquirida en los últimos años avalan a Cruyff para marcar la hoja de ruta del Barça. Y es que, a partir de ahora, el hispano-neerlandés será la mano derecha del presidente.

A ojos de Laporta, la figura de Jordi Cruyff era necesaria en todos los sentidos. Vistió la elástica del Barça y no solo la del primer equipo, sino también la del filial. Además de representar por cuestiones evidentes la máxima expresión del cruyffismo, Jordi también tiene el bagaje que aporta el haber recorrido mundo. Lo hizo como jugador, militando por ejemplo en el Manchester United, y lo ha hecho al cambiar las botas por los despachos, afrontando experiencias diversas antes de regresar a la ciudad condal.

Es dicha versión transversal del hijo de Johan la que ha dotado al presidente azulgrana de un convencimiento absoluto a la hora de confiar en Cruyff para marcar la línea editorial del club a partir de ahora. Se habló de la posibilidad de que firmara como director deportivo o incluso como entrenador, aunque finalmente su cargo tendrá unas connotaciones más globales: se incorpora al organigrama del área de fútbol y pasará a consensuar con Laporta el camino que debe seguir la entidad a nivel deportivo. Siempre, claro, trabajando conjuntamente con Mateu Alemany y Ramón Planes.

Como jugador, Jordi Cruyff debutó con el Barça 'B' en 1992, pasando a participar dos años después con el primer equipo, entrenado por su difunto padre. De hecho, en la 94-95, fue un gol suyo el que certificó la clasificación culé para Europa. En verano del 96, el hispano-holandés firmó por el Manchester United, club en el que las lesiones le impidieron dar un mayor rendimiento. En su regreso a España, fichando por el Alavés en el 2000, el hijo de Johan recuperó la sonrisa e incluso rozó la gloria en esa cruel final de la UEFA ante el Liverpool. Jordi concluyó su carrera defendiendo la camiseta de Espanyol, Metalurg Donetsk y Valletta FC.

Ya como exjugador, Cruyff se convirtió en director deportivo del AEK Larnaca chipriota, ayudando al equipo a lograr una histórica clasificación para la Europa League para el fútbol de dicho país. En 2012, Jordi dio un paso más al asumir la dirección deportiva del Maccabi de Tel Aviv. Fichar a Óscar García, entonces técnico del Juvenil del Barça, fue su primera y acertada decisión, ya que permitió al club acabar con casi una década de sequía.

En Israel, Cruyff llegó a ejercer incluso de entrenador. Fue solo en la temporada 2017-2018, tiempo suficiente para ganar un título antes de abandonar el club tras una gran labor. Su siguiente parada fue el Chongqing Dangdai Lifan chino, equipo al que dirigió durante un año. Tras la experiencia como seleccionador de Ecuador que truncó la pandemia -no llegó a debutar-, el técnico asumió las riendas del Shenzhen FC, también de la Superliga china y club con el que lograría una meritoria permanencia. Barcelona ya es su nueva aventura.