El cielo no puede esperar

El Barça entrena en Liverpool

 Los de Valverde se ejercitaron en tierras inglesas para prepararse para el importante partido en Anfield / Perform

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Fueron unos segundos con un nudo en la garganta. Que sí, que no, que quizás. Puede que un milagro.  Un obús con luz cegadora que aceleró corazones y le siguió un viaje a la felicidad. A partir de ahí, el mayor de los desparrames y un puñado de lágrimas.

Tal cual. Iniesta sacándose la camiseta, Guardiola corriendo como un poseso y una piña de jugadores azulgranas enloquecidos. Del ‘Iniestazo’ se cumplieron ayer diez años. Fue el día que el Barça, esquivo con la épica y complaciente con los finales mustios, enterró complejos históricos y refundó su historia en Stamford Bridge. 

Eran tiempos de dominio azulgrana en Europa y elogios encendidos. Una posición en el viejo continente que el Barça quiere recuperar esta temporada. Para lograrlo primero deberá superar esta noche (21.00 horas/Movistar Liga Campeones) el penúltimo obstáculo en Anfield.

Pero esta vez con todos los elementos de cara. Al contundente resultado de la ida (3-0), se le sumó ayer la confirmación de las bajas de Salah y Firmino, dos jugadores capitales para el Liverpool. El primero, su jugador más desequilibrante. El segundo, el gran facilitador del juego ofensivo. 

PRUDENCIA EN LIVERPOOL

Incluso Klopp, el tipo con más fe de Anfield, tuvo ayer un ataque de realismo.  “Hay esperanza y esto es fútbol. Dos de los mejores delanteros del mundo no estarán disponibles y tenemos que marcar cuatro goles en 90 minutos. Así que este es el plan: vamos a intentar disfrutar del fútbol y si sale bien, maravilloso. Pero, si no, vamos a tratar de caer de la manera más bella posible”. 

La previsiones para esta noche apuntan a lluvia, pero son pocos los que en Liverpool auguran temporal para el Barça. La prensa inglesa lamenta en titulares la baja de Salah y recuerda la presencia de Messi

El ‘10’ quiere volver a reinar en Europa y meterse en su quinta final de Champions. Las ganó todas, aunque no salió en la ‘foto’ de las celebraciones de la primera.

Aquel día le superó el disgusto de no estar ni en el banquillo ante el Arsenal tras haber trabajado a contrarreloj para recuperarse de una lesión. Una decisión de la que, dice, se sigue arrepintiendo a día de hoy. 

Esta noche será el líder de un Barça que mira de reojo el fantasma de Roma y se impone marcar un gol que rebaje la atmósfera especial de Anfield. “Tenemos que atacar. Sin ninguna duda. Si pensamos en tener el control es un error porque ellos son la horma de nuestro zapato. Nuestra intención debe ser atacarles”, avisó ayer Valverde

En la tierra de los Beatles volverá a sonar el mítico ‘You’ll never walk alone’ y cuando empiece el partido el Liverpool se abrazará la mística de su himno. “Camina a través del viento, camina a través de la lluvia aunque los sueños sean golpeados y pisoteados”, anuncia.

Antes, los futbolistas pasarán por delante del histórico ‘This is Anfield’, la placa que colocó Bill Shankly. Pero ningún jugador del Liverpool la tocará porque así lo quiere Klopp; lo tienen prohibido hasta que ganen un título con él.

El técnico conoce la incertidumbre que impone Anfield a sus rivales hasta llevarlos a resultados insospechados. Lo vivió el Dortmund (irónicamente su exequipo) hace tres años cuando ganaba 1-3 y en 25 minutos el Liverpool remontó con tres goles. 

Lo sabe Suárez, que disfrutó de esta afición durante más de tres temporadas y hoy no celebrará un gol si marca. “Estaré siempre agradecido. El ambiente es impresionante. Jugabas contra un quinta división y llenaban el estadio. Ellos tienen un plus acá, jugar en Anfield es jugar con uno más. Hay que tener cuidado”. 

Ningún jugador del Barça quiere volver a sentir en sus carnes el peso de la culpa de Roma. Después de cuatro años sin pisar una final y levantar la Orejuda, el cielo ya no puede esperar.