La Liga 2017/18, con la firma de autor de Leo Messi

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

El Barça ha demostrado una solidez envidiable en el campeonato de Liga hasta el punto de proclamarse campeón invicto a cuatro jornadas del final. Un factor decisivo ha sido la capacidad de desequilibrio de Leo Messi.

Si hubiera que personalizar con un nombre la Liga 2017-18, ese sería el de Leo Messi, sin ninguna duda. El astro blaugrana ha dado al Barça la capacidad para dominar el torneo de principio a fin con una superioridad insultante que ha permitido al equipo de Ernesto Valverde asegurarse el título con cuatro partidos de adelanto y sin conocer la derrota.

El Barcelona es el segundo equipo menos goleado en la competición (21) por detrás del Atlético (18), y el más goleador (87) y su balance es de +66 goles, muy superior al del Real Madrid (+45), el Atlético (+37) y el Valencia (+26). 

Equilibrio

Una cifras que demuestran que Valverde ha equilibrado el rendimiento del equipo para conseguir esa racha de 26 victorias y 8 empates. Pero tampoco se puede pasar por alto que un factor determinante ha sido la aportación de Messi que ha logrado uno de cada cuatro goles del equipo.

Messi fue especialmente decisivo en el arranque de la temporada, cuando Luis Suárez arrastraba problemas físicos; y lo ha sido ahora en la recta final. 

El buen trabajo del técnico barcelonista es incuestionable y así ha sido reconocido. Especialmente por su capacidad para aprovechar al máximo un once inicial excelente y recuperar el mejor nivel de algunos futbolistas clave (Alba o Rakitic).

Sin embargo, cuando se pide a los aficionados que pongan nombre y apellidos al título de Liga, no tienen ninguna duda en referirse al delantero argentino.

Partidos decisivos

No es extraño si se recuerdan algunos partidos que ayudaron a decantar el título en los que el genio de Rosario tuvo acciones decisivas. Por ejemplo, en el clásico del Bernabéu, cuando la obsesión táctica de Kovacic y Zidane permitió la espectacular cabalgada de Ivan Rakitic que acabó en el 0-1 de Luis Suárez para imponerse finalmente por 0-3.

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O en el choque frente al Atlético en el Camp Nou, cuando consiguió el tanto del triunfo por la mínima; o su aparición en la recta final del duelo en el Sánchez Pizjuán para impulsar el 2-2 ante el Sevilla…  

Respaldado por los récords Como siempre ha sucedido a lo largo de la carrera deportiva el ‘D10S’ del Barça, las estadísticas y los récords respaldan el fútbol vertiginoso y espectacular de Leo, corroborando que además de talentoso, es muy eficaz.

Pichichi y Bota de Oro

Messi lidera la clasificación del Pichichi con 32 goles, así como la de la Bota de Oro. Mientras que el galardón de máximo realizador de la Liga parece asegurado (le siguen Cristiano Ronaldo con 24 y Luis Suárez con 23), en el trofeo continental todavía deberá batirse el cobre, especialmente con Mohammed Salah (Liverpool) que ha sumado 31 dianas.

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A Leo le restan cuatro jornadas ligueras y a Salah dos, mientras que Ciro Immobile (29 goles) todavía puede disputar tres jornadas de la Serie A con la Lazio.

Eficacia repartida

Leo no solo está aportando un enorme caudal ofensivo al Barça (el 36,8% de los goles del equipo en la Liga) sino que esa capacidad goleadora es muy eficiente.

El rosarino ha repartido esas dianas en 21 de los 33 partidos que ha disputado en el campeonato (sólo se perdió el Málaga-Barça por el nacimiento de su tercer hijo) y doce de esos encuentros los decidió directamente con algunas de esas dianas.

Nueva versión, también más asistente

El hecho de que Messi esté a punto de sumar su quinto Pichichi es especialmente revelador si se tiene en cuenta que en esta temporada, después de que Valverde haya centrado la posición del argentino en el campo, se ha visto a un Leo que arranca de más atrás para implicarse en la construcción del juego.

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Una de las consecuencias es que se ha convertido en el mejor asistente del torneo (12 pases de gol). Pero también lidera otros muchos ranking de diferentes facetas ofensivas que corroboran su capacidad para influir en el juego y desequilibrar los partidos.

Por ejemplo, las clasificaciones de más goles desde fuera del área (8), más goles de falta directa (6), más remates (187), más pases en profundidad (16), más regates (269) o más acciones dentro del área rival (282).