La lesión de Ansu Fati, al detalle

Los traumatólogos de la Unidad de Rodilla de iMove-Clínica Mi Tres Torres nos dan las claves de las lesiones de menisco medial

Ansu Fati sufre una rotura del menisco interno

Ansu Fati sufre una rotura del menisco interno / Perform

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La joven estrella del FC BarcelonaAnsu Fati, se sometía ayer a diversas pruebas diagnósticas, que confirmaban una rotura del menisco medial, producida durante una jugada con el defensa Mendi en el partido Barça-Betis.

“El menisco medial es un disco fibrocartilaginoso en forma de C y está compuesto por tres partes: el cuerno anterior, la parte más móvil; el cuerpo medio y el cuerno posterior, que están fijados a la cápsula articular y por ese motivo son zonas de más riesgo de lesión al presentar menos movilidad”, explica el doctor Marc Aguilar, traumatólogo de la Unidad de Rodilla de iMove-Clínica Mi Tres Torres.

Asimismo, tal y como nos sitúa el doctor Aguilar, “la zona más periférica del menisco es la mejor irrigada y por lo tanto con mayor capacidad de cicatrización respecto a la zona intermedia o la central que son prácticamente avasculares y con poco poder de curación”.

De esta manera las roturas meniscales pueden ser muy diversas según la localización. Tal y como nos explica el doctor Joan Leal, miembro de la Unidad de Rodilla de iMove-Clínica Mi Tres Torres, “en este tipo de cirugías se opta por preservar el menisco suturándolo o, si esto no fuere posible, extirpar la parte lesionada. Esta decisión se toma en función de tres parámetros: el tipo de lesión, la localización y la edad del sujeto. Si la lesión se localiza en una zona periférica de mayor aporte sanguíneo (zona roja) las posibilidades de cicatrización después de una sutura son mayores, contrariamente a lo que ocurre en las roturas meniscales situadas en zona central de menor vascularización (zona blanca) en las que la reparación meniscal conllevará un mayor riesgo de fracaso de la cirugía. Es por ello que, en un jugador profesional se intentará apurar al máximo la indicación de realizar una sutura meniscal para la preservación de una mayor superficie meniscal y, así, proteger al máximo la articulación. Todo ello teniendo en cuenta que los meniscos ejercen una función protectora y de amortiguación en el funcionamiento de la articulación de la rodilla. 

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El doctor Fernando Clemente, miembro de la Unidad de Rodilla de iMove-Clínica Mi Tres Torres nos detalla que “suturar el menisco exige un postoperatorio más largo y cuidadoso de más de 3 meses, teniendo como riesgo inherente la posibilidad de una reintervención si la sutura no tiene éxito”. La extirpación parcial (meniscectomía) tiene una recuperación más breve y poco exigente pero comporta la presencia de una menor superficie meniscal tras la cirugía y, por lo tanto, una mayor probabilidad de evolucionar a una artrosis a medio/largo plazo. 

De esta manera es crucial la toma de dicha decisión, porque de ello dependerá la evolución de la rodilla de Ansu Fati a corto, medio y largo plazo.

El doctor Clemente nos explica que “en una lesión como la de Ansu Fati, siendo un deportista profesional con una proyección y carrera largas, se debe intentar suturar siempre que se pueda, pese a que no se puede decir hasta que no se inicia la artroscopia y se comprueba la localización y el tipo de rotura meniscal”.