¿Qué está pasando con los jugadores holandeses del Barça?

El 'oranje power', en otras épocas tan decisivo, está de capa caída esta temporada

Frenkie de Jong, ahora lesionado, no es el que era, Memphis ha ido de más a menos y Luuk de Jong encrespa a la afición

Memphis, se sincera: "No estoy del todo contento con lo que he aportado al equipo hasta el momento"

Memphis atendió a la Liga para hablar del clásico de este domingo / PERFORM

German Bona

German Bona

El Barça siempre ha estado ligado a los holandeses. Y los de esta temporada, también al mando de un entrenador neerlandés, tenían que ser importantes y decisivos en el equipo.

Pero a la hora de la verdad, la tercera campaña de Frenkie de Jong está siendo la más complicada, el factor 'subidón' con el fichaje de Memphis Depay se ha evaporado y Luuk de Jong ya fue un jugador que cayó con mal pie desde el primer día en la parroquia del Camp Nou.

Son malos tiempos para los compatriotas de figuras tan importantes para el barcelonismo como Johan Cruyff, que cambió la historia del club, o el propio Ronald Koeman, el artífice como jugador de la primera Copa de Europa del Barça.

Frenkie de Jong ya no sustenta el centro del campo

Quizás es el caso más incomprensible, teniendo en cuenta que es un futbolista ya asentado al modelo del Barça, que sacó con nota muy positiva el primer año y que en el segundo fue de los pocos que mantuvo el tipo. Quizás la lesión diagnosticada tras el clásico tiene mucho que ver con la situación actual, pero lo cierto es que Frenkie de Jong ya hace semanas que no es el que era.

Frenkie de Jong, Memphis Depay y Luuk de Jong no atraviesan por un buen momento

Frenkie de Jong, Memphis Depay y Luuk de Jong no atraviesan por un buen momento / SPORT

Los continuos cambios de posición a los que le ha sometido Ronald Koeman tampoco han ayudado. Frenkie siempre ha sobresalido por su capacidad física, pero cuando ésta ha fallado han empezado a aflorar dificultades para sustentar al equipo en el centro del campo. La experiencia de Busquets y el descaro de Gavi le han convertido en la pata más inestable de la medular, perdiendo balones fáciles que otras temporadas se hacían impensables. En el clásico fueron cinco las pérdidas, además de no rematar ni una sola vez o dar 48 pases -una cifra baja en su ranking- en los 77 minutos que estuvo en juego.

Memphis no aprovecha el escenario

Debía ser el partido en el que mostrar al mundo que es un futbolista diferencial. El escenario no podía ser el más adecuado: un clásico de la máxima rivalidad y en el Camp Nou. Pero mientras en el Real Madrid David Alaba sí se estrenaba a lo grande, Memphis Depay dejó al aficionado azulgrana, el mismo que lo había ya idolatrado en el arranque de temporada, con la sensación de haber visto a un futbolista en ocasiones como desganado y que se está diluyendo con el paso de los partidos.

Memphis no tiene la frescura de los primeros partidos ni acaba de encontrar su hábitat. Ni por la banda izquierda ni de falso '9'. En el clásico solo remató una vez y no fue entre los tres palos, pero lo peor fueron las pérdidas de balón en los goles blancos, sobre todo en el primero, donde se desconecta de la jugada. Cuatro goles en 12 partidos da una media de solo una diana cada tres encuentros, y también suma dos asistencias, insuficiente para quien tenía que liderar el ataque del conjunto azulgrana.

Luuk de Jong: 10 remates y un solo gol

La afición del Barça la ha tomado con Luuk de Jong. Pero sus virtudes, y sus defectos, ya eran conocidos por su etapa en el Sevilla, donde se había convertido en el tercer delantero centro de la plantilla por detrás de En-Nesyri y de Rafa Mir. Y a muchos les chirrió su llegada, por tener unas características tan distintas a lo que juega el Barça. El problema no es Luuk, el problema es que debía ser solo una solución para partidos muy atascados y no una necesidad. Y la presión con la que salta al campo no le hace ningún bien.

Luuk de Jong solo ha marcado un gol -al Levante en la séptima jornada- con el FC Barcelona después de rematar en 10 ocasiones, solo cuatro de ellas entre los tres palos. El balance es muy pobre, tampoco está siendo utilizado como boya para favorecer la profundidad de sus compañeros por banda y la solución empieza a ser difícil. Para adquirir confianza necesita jugar y sacarse la espina con goles, pero la paciencia está al límite...