Leo Messi y Suárez cerraron su duelo con tablas

Vero Brunati

Vero Brunati

Uruguay y Argentina no pudieron romper el cero a cero inicial. El equipo de Washington Tabarez ejecutó su plan habitual: defender con mucha gente cerca de sus áreas, cediendo el centro de la pelo ira a la Albiceleste y aprovechando los errores en su campo para salir de contra por las bandas, y ejecutar disparos frontales a sus delanteros. Y con un Luis Suarez al cincuenta por ciento de su capacidad, por su inactividad de dos semanas por lesión, se las ingenió para generar las oportunidades más claras del partido.

Sampaoli había apostado por poner en cancha un equipo que parecía ofensivo de antemano con tres defensores en el fondo, un doble pivote, y en ataque la velocidad de Di Maria por izquierda, y el tridente Messi, Dybala e Icardi. Pero se asocian poco, se vio a Icardi muy estático y Dybala entró poco en juego, también por mérito de la férrea defensa charrúa.

Argentina tuvo la pelota, dominaba en las transiciones pero era poco profunda y le faltó claridad, y las mejores ocasiones las tuvo en los pies de Messi, quien siempre marcado por tres hombres, se las ingenió para generar peligro en el área rival.  La primera con un precioso remate fuera del tarea con efecto que Muslera tuvo que esforzarse para controlar. Y otra en el segundo tiempo, de tiro libre que el arquero charrúa sacó del ángulo.

En la segunda parte Argentina fue más agresivo con un Messi inspirado. Y potenció el juego asociado de su equipo. Pero continúo faltando profundidad. Sampaoli arriesgó a todo o nada e hizo ingresar a Lautaro Acosta por Acuña, y terminó el partido jugando con cinco delanteros en cancha para intentar ganarlo. Mantuvo el dominio de la pelota y tuvo un poco más de profundidad, pero le regaló más campo que en primer tiempo a Uruguay, quien aprovechó esa oportunidad para llevar el patido a un ida y vuelta que le permitiera capitalizar algún error de su rival. Y la más clara la tuvo en los pies de Suárez quien consiguió un mal rechazó pero se resbaló en el área y no consiguió darle  suficiente fuerza al remate para vender a Romero.

Un Suárez exhausto y dolorido, se retiró del campo de juego a los 81 minutos, tras darlo todo, para intentar ayudar a su equipo a lograr la victoria. En interioridades físicas, el delantero del Barcelona se fue reemplazado por Stuani.

El Centenario, la fortaleza de Uruguay, continúa siendo un escenario en el que a la Albiceleste aún con Messi le cuesta ganar.

El empate puede acabar sirviendo a ambos equipos para ascender posiciones en la tabla clasificatoria. Uruguay sigue dependiendo de sí mismo. Y Argentina está obligada a ganar los próximos partidos.