Leo Margets: "El proceso de pensamiento de Piqué en el póker es muy bueno"

Leo Margets posa para SPORT

Leo Margets posa para SPORT / VALENTÍ ENRICH.

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Leo Margets (1983, Barcelona) llegó al póker de casualidad y en poco tiempo se convirtió en una de sus figuras. En febrero de 2018 fichó por el Team Winamax y lleva casi un millón de dólares en ganancias en torneos 'live'. En SPORT charlamos con ella para que nos detalle cómo fue su entrada en este mundo y cómo le va profesionalmente a día de hoy.

¿Qué es el póker?

Es un juego de habilidad que te permite potenciar muchísimas características que te dan una ventaja competitiva también fuera de las mesas, en la vida real. Así es como yo lo entiendo.

¿No era un juego de cartas para ganar dinero?

Esta es solo la primera capa. Obviamente yo juego a nivel profesional y el objetivo es ganar dinero, pero si quieres ganar dinero este no puede ser el objetivo, tiene que acabar siendo la consecuencia de hacer bien las cosas. De marcarte unos objetivos que dependan más de ti como puede ser potenciar habilidades como la disciplina, superar al aversión al riesgo, el pensamiento crítico, la gestión emocional.. todo ello hará que te conviertas en mejor jugador y la consecuencia será ganar dinero.

Me estás hablando de un deportista.

Tal cual. Al final todo depende de la relación que tu quieras tener con cualquier actividad. Tu puedes ir a jugar a tenis con tus amigos a pasar bolas pero para profesionalizarte necesitas dedicarle mucho más tiempo y entrenar mucho.  En el póker pasa lo mismo, hay una parte más visible que es cuando compites pero dedico mucho tiempo entrenando, revisando manos, estudiando, también de higiene de hábitos como hacer deporte, comer bien...

¿Qué preparación física y mental requiere entonces ser un buen profesional de póker?

Para mí el deporte es fundamental.  Me hace estar mucho más ágil mentalmente, estar más despierta, de mejor humor. También necesito dormir bien, descansar. En una competición de póker, después de trece horas seguidas jugando acabas físicamente destrozado, es difícil apagar la cabeza así que necesitas incluir prácticas para aprender a desconectar. 

¿Por qué a los jugadores de póker profesional no os gusta hablar de dinero?

Porque distorsiona la realidad de nuestra profesión. Nosotros entendemos el póker como una competición. Yo no veo en una rueda de prensa que un periodista le pregunte a Rafa Nadal cuánto dinero ha ganado al acabar un torneo, hablan de títulos. Creo que es un tema cultural y que falta que la gente entienda más de qué va el póker para hablar de triunfos, campeonatos, y no solo de dinero. 

Muchos habéis optado por marcharos fuera de España por la presión fiscal, aunque en tu caso has regresado hace un tiempo. ¿Qué habría que hacer para que no fuera así?

Sería fundamental que se reconociera el póker como juego de habilidad y saliera del saco de juegos de azar para que no se regule como tal. Si es una profesión podríamos ser autónomos, desgravar gastos… La gente no es que no quiera pagar impuestos, lo que no quiere es quedar asfixiado por ellos. 

¿Yendo por el mundo en una profesión con tan pocas mujeres te sientes sola?

No. En absoluto. Hay muy buen rollo dentro de la profesión.  Estoy acostumbrada a viajar sola y no me molesta. El póker también te ayuda en este sentido. Estás tanto tiempo solo  que aprendes a estar a gusto contigo misma.  Somos un 5% de mujeres pero esto es una meritocracia, yo soy un individuo más que demuestra lo que vale en la mesa. La realidad es que a las mujeres en general no les gusta jugar al póker y no pasa nada. Simplemente hay que aceptar que tenemos intereses diferentes a los hombres y a las que nos gusta jugar lo podemos reventar. Pero no hay que convencer a ninguna mujer para que juegue. No eres ni mejor ni peor por jugar a póker.

Muchos futbolistas juegan al póker. ¿Puede ayudarles en el campo?

Las ventajas del póker no las limitaría a un deportista pero si hay más deportistas es porque el factor competición es muy ‘heavy’ en el póker.  Además te hace desarrollar habilidades que es imposible que no te ayuden más allá de la mesa de póker como la gestión emocional, pensamiento crítico, superar la aversión al riesgo… 

¿Con qué jugadores has coincidido alguna vez?

Con Piqué he coincidido en muchos torneos pero nunca en la misma mesa, igual que con Sergio García. He coincidido en la mesa con Ronaldo (el gordo), Neymar, Phelps… 

¿Y cómo son con las cartas?

En la mesa todos somos iguales. El objetivo es sacar fichas y a mí me da igual que sea Ronaldo, Adrián Mateos (tres veces campeón del mundo de póker) o mi abuela. Yo seré igual de ‘cabrona’, en el buen sentido, ante cualquiera.

¿Cómo les viste en la mesa?

Neymar tiene pasión, le encanta y esto siempre da buen rollo. La diferencia entre los futbolistas y los profesionales es que ellos se lo pasan bien, tienen una dinámica de mesa más distendida.

¿Son buenos jugando?

Muchos se lo toman como algo más recreacional o como hobby, pero siemrpe he dicho que  Piqué, por el tiempo que le puede dedicar, me sorprende muy positivamente. Es un tipo que sabe pensar. Su proceso de pensamiento en el póker y probablemente en la vida es muy bueno.

¿Alguna anécdota con ellos?

Ronaldo volvía loca a toda la mesa porque hacía cosas muy raras. Cuando alguien no es muy disciplinado o juega raro al principio no sabes cómo leer su juego, te despista mucho, pero ser imprevisible es una de las grandes virtudes del póker.

Eres una Margets, familia muy vinculada al tenis.

Sí, soy la oveja negra (risas)

¿Hubiera sido más lógico tirar para tenista no?

Por suerte tuve cero pressing de la familia. Empecé a jugar a los tres años y hasta los trece, pero no era lo suficientemente buena y lo dejé. No fue un paso traumático porque al final tus padres quieren verte feliz. Al principio en casa estaban muy tensos, pero enseguida tuve un resultado muy bueno en Las Vegas y mediáticamente los medios lo acogieron muy bien así que se lo puse muy fácil a mis padres. 

¿Estar en Winamax es como jugar en el Barça?

Para mí, sí. De entrada un sponsor te hace la vida más fácil por razones obvias, pero a parte es casi un gran logro profesional que una sala como Winamax se fije en ti porque es un equipazo.