Lavado de imagen de un mejorado Coutinho

Detalle de Coutinho de crack: ¡Qué sombrero!

Detalle de Coutinho de crack: ¡Qué sombrero! / LALIGA

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Ernesto Valverde le dio la oportunidad de redimirse tras el horroroso partido que hizo en Copa del Rey en el campo del Levante y Coutinho lo aprovechó. El brasileño, que entró en el once en el sitio de Dembélé, firmó un notable partido frente al Eibar. Pero no es esa la mejor noticia para el barcelonismo, sino el cambio en el lenguaje corporal del ex del Liverpool, hundido anímicamente en el Ciutat de Valencia.

La buena actuación de ‘Cou’ mete a Valverde en un pequeño lío. ¡Y bendito problema! Solo hay una vacante por partido en ataque –Messi y Luis Suárez descansan en ocasiones contadísimas-, y tras el duelo ante el Eibar la pugna por ocupar el extremo izquierdo cobra igualdad. Dembélé mantiene la vitola de favorito, pero se reaviva el debate.

Una doble pared del brasileño con Luis Suárez abrió el camino del triunfo ante los armeros. Hasta ocho pases dio el Barça en solo 11 segundos; los tres últimos, todos al primer toque, fueron entre ‘Cou’ y el uruguayo, que dejó a su compañero solo ante Riesgo.

Al ‘7’ se le vio animado y con ganas de participar en todo momento. Por fases abandonaba la cal para asociarse con Messi y Suárez. Lo hizo, por cierto, siempre con precisión y velocidad de balón. Así llegó el 2-0. Ya dentro del área, Coutinho dejó atrás para Suárez, éste cedió al primer toque para Leo y el desenlace fue el de siempre. Gol de Messi.

Con el partido ya encarrilado, el brasileño encontró tiempo para gustarse y demostrar que su calidad no estaba muerta. Estaba de parranda. Un exquisito sombrero de Philippe ante Escalante originó una combinación con Messi que por poco acaba en gol del brasileño. En un disparo casi sin ángulo, Riesgo protagonizó una gran intervención.

En el tramo final del encuentro, Valverde dio entrada a Dembélé por Arthur. El nuevo dibujo pareció ser un 4-2-3-1, con una línea de tres mediapuntas formada por Coutinho, Messi y Dembélé. Aun así, el desorden táctico generalizado –el Barça buscaba el cuarto sin complejos y el Eibar ya no replegaba- impidió sacar muchas conclusiones. Sirvió, eso sí, para quitar fuerza a la ley no escrita que dice que Coutinho y Dembélé lo tienen difícil para coincidir sobre el césped. Una norma que difícilmente se romperá en los partidos grandes… a no ser que las lesiones o sanciones de otros compañeros jueguen su papel