Laureano Ruiz: "Un directivo me preguntó si prefería a Xavi o a Koeman. Dije que el mejor era Setién"

Las claves de la 'pizarra' de Quique Setién

Nuestro compañero Dídac Peyret nos desgrana los detalles del entramado táctico y de gestión de vestuario de Quique Setién / Dídac Peyret

Javier Giraldo

Javier Giraldo

A sus 82 años, Laureano Ruiz mantiene una envidiable lucidez. El padre del estilo y descubiertos de innumerables talentos ve el fútbol con una clarividencia asombrosa. Recibe a SPORT en el café Pombo de Santander y después, en su casa, situada a pocos metros.  Su mujer, Amelia, ha preparado incluso un bizcocho para la ocasión.

¿Le pidió consejo el Barça para buscar al sustituto de Valverde?

Estuve en Barcelona hace poco. Un directivo me preguntó qué pensaba de Xavi y de Koeman como posibles entrenadores de cara al año que viene. Yo le dije que ni Xavi ni Koeman, que el mejor era Setién. 

¿Cómo cree que le irá en Can Barça?

Es más complicado entrenar al Racing que al Barça. Cuando yo entrenaba al Juvenil del Barça, me llamaron para entrenar al primer equipo. Era la época de Montal. Yo les dije que cuando el primer equipo estuviese formado al menos en un ochenta por ciento por los jugadores que yo conocía del Juvenil, aceptaría. De momento, prefería seguir formando al equipo del futuro. En Juveniles te dejan trabajar, pero arriba no. Carrasco, que era el vicepresidente de Montal, me dijo, ‘¿qué pasa, que no se atreve a entrenar al Barcelona?’. Le dije, ‘oiga, que yo he entrenado al Racing de Santander, y eso sí que tiene peligro porque pierdes dos partidos y te echan’. El Barça, de cuatro partidos, gana cuatro o al menos tres. 

¿Cree que es el momento ideal para asumir el banquillo del Barça?

¿Cuándo vas a entrenar a un equipo mejor? Setién estuvo en Lugo, en Las Palmas y en el Betis, pero nunca en un equipo de tanto nivel. Él tiene un concepto muy parecido al que siempre ha tenido el Barça. Tanto Luis Enrique como Valverde tenían otra idea del juego. Y tiene el reto de convencer a todos los jugadores de su forma de ver el fútbol. No a la mayoría, sino a todos. Me da la sensación de que hay jugadores que tienen otra idea del juego. Guardiola eso lo hacía a la perfección. En cambio, hay otros entrenadores que no preconizan nada, que a los jugadores simplemente les dicen, ‘bueno, ya sabéis…’

¿Se reconoce usted en la filosofía de Setién?

Sí, por supuesto. Además, él ha dicho alguna vez que yo fui el mejor entrenador que tuvo en su carrera. Sé que él utiliza en los entrenamientos algunas cosas mías, como el rondo por el aire.

¿El rondo por el aire?

Sí, pasarse el balón sin tocarla con el pie, sino con otras partes del cuerpo. Sirve para mejorar el control del balón y el juego aéreo. Cuando yo le entrené en el Racing, lo hacíamos. Hace años, un amigo mío, Carbonell, me llamó para decirme que había ido a ver un entrenamiento de Setién en Las Palmas y que estaba practicando el rondo por el aire. El rondo por el suelo es una pantomima.

¿Una pantomima? En Can Barça siempre se dijo lo contrario.

Si hay 24 jugadores formando un rondo y dos en medio, es imposible que los del medio la cojan. Y los 24 del rondo no necesitan ni moverse. Están totalmente parados. Yo entrené a Helguera, a Munitis y a Iván de la Peña. En verano vinieron un día a jugar a la playa y me preguntaron, ‘cómo es posible que acabemos tan cansados después de hacer tu rondo’, en cambio en el Madrid y en el Barcelona lo hacían andando. Mi rondo no es pasivo. Hay que correr, tocar el balón y moverse. Hay que ensayar el pase al pie, pero también el pase al espacio y en profundidad ¡En un partido no solo hay pases al pie! Setién jugó 20 años en Primera, de los 18 a los 38 años. Le dio tiempo a aprender mucho.

Tiene fama de tener mucha personalidad: de no arrugarse ante nadie y de ir a muerte con sus ideas. 

Eso a veces es bueno y a veces puede significar el despido. En el fútbol, todo depende de ganar. Hay una frase de Ancelotti que me gusta recordar: ‘me fichan porque me llevo muy bien con los jugadores. Y me echan porque me llevo muy bien con los jugadores’. Ganar lo es todo. Llevarse bien o mal con los jugadores no es tan importante. Además, llevarse bien con todos los futbolistas es complicado: el que juega, piensa que es titular porque es muy bueno y se lo merece. Y el que no juega, piensa que el entrenador es un cabrón. 

Los jugadores del Barça tienen mucho poder.

En casi todos los vestuarios mandan los jugadores. Especialmente, un núcleo de dos o tres jugadores. Los demás pintan poco. Yo creo que eso se debe a que el fútbol empezó sin entrenadores: en los primeros años, los que hacían las alineaciones eran los jefes del equipo. Los jugadores que están acostumbrados a mandar, mandan. A mí me tocó subir al primer equipo del Racing con 18 años y al mismo tiempo, entrenaba al Racing Juvenil. Y el resto de entrenadores me preguntaban a quién tenían que poner y a quién no. 

¿Habrá muchos cambios con respecto a la ‘era Valverde’?

A Setién le gusta una forma muy determinada de jugar. Quizá haya jugadores que no encajen en su sistema. No lo sé.

¿Tirará de cantera?

Lo ha hecho en todos sus equipos. En el Barça, el nivel de exigencia del primer equipo es alto, pero el nivel de la cantera también es alto. 

Parece que apostará por Riqui Puig. ¿Lo ha visto jugar?

Es muy bueno. Yo lo pondría a jugar ya. Es un buen futbolista y tendrá sitio. Recordemos que en su momento se decía que Iniesta y Xavi no podían jugar juntos. ¡A Xavi incluso le llegaron a insultar en el Camp Nou!

¿La gente volverá a divertirse viendo al Barça?

Hay algo positivo para Quique: él ganó con el Betis en el Camp Nou por 3-4. Mucha gente de Barcelona me dijo, ‘el Barça tiene que firmar a Setién, porque nos ha dado un repaso tremendo, y si hace esto con el Betis, imagínate lo que puede hacer con el Barça’.

Es la oportunidad de su vida.

No ha entrenado a equipos grandes, pero no llega de la nada. Tiene historial y ha demostrado sus capacidades. Dicen que tiene una personalidad especial, pero a veces eso es bueno: un entrenador tiene que hacerse valer. Conviene recordar lo que le pasó a Benítez en el Madrid. Antes de un partido ante el Barcelona, él quería apostar por Casemiro, pero Florentino le dijo que de eso, nada. Los jefes del vestuario, lo mismo. Le dijeron que ellos eran capaces de plantar cara al Barça. Benítez claudicó, le metieron cuatro y poco después le echaron. Quizá lo hubieran echado igual, pero se habría ido con la cabeza alta. 

Usted sigue siendo una referencia del estilo Barça y de vez en cuando aún da charlas en La Masia. ¿Qué ve cuando vuelve a Barcelona?

Por lo que me dicen, se ha perdido un poco el estilo. Por eso me siguen llamando, creo. De todas maneras, yo creo que muchos de los jugadores destacados del fútbol base se han marchado del club por la presión de los agentes y representantes. En mi época no había representantes y los jugadores estaban encantados de estar en el Barça. Ahora, en cambio, viene el agente ofreciendo más dinero de otro equipo y hay poco que hacer.

Además de Setién, ¿hay otros entrenadores que le seduzcan?

Guardiola es un entrenador muy capaz. Bielsa me gusta mucho. Y Wenger, que ahora está en el paro pese a haber tenido ofertas recientes.

Para ser buen entrenador, ¿es imprescindible haber sido jugador de elite?

En la historia del fútbol, ningún gran jugador ha sido un gran entrenador, salvo Cruyff. Tenemos el caso de Gento, Kubala, Di Stefano, Maradona… Pelé, por ejemplo, nunca quiso ser entrenador. Muchos jugadores que han estado a las órdenes de entrenadores que fueron grandes futbolistas dicen que ellos, como lo ven tan fácil, porque para ellos lo es, piden a sus jugadores cosas casi imposibles.