Debutó con la selección absoluta de Macedonia

Las lágrimas de David Babunski

David Babunski tuvo un debut muy especial con la selección absoluta de Macedonia. Un día inolvidable para el jugador del FC Barcelona

Josep Capdevila

Teniendo un padre futbolista profesional, no deja de ser normal pasarte los primeros años de tu vida dando vueltas por el mundo. Y si no que se lo pregunten a David Babunski. Su padre, Boban, fue jugador profesional en varios equipos en Bulgaria, Japón, Grecia o España. Con dos añitos, por ejemplo, David se pasaba horas en una guardería de Osaka, rodeado de simpáticos niños japoneses. Así las cosas, podría ser difícil saber si el jugador del FC Barcelona se siente macedonio, español o japonés.

Pero David lo tiene claro. Siempre lo ha tenido claro. Quiere hacer algo grande con Macedonia. Y va camino de conseguirlo. De momento, este 14 de agosto ya será una fecha que estará marcada en su vida para siempre. Ese día, en el minuto 60 del partido entre Macedonia y Bulgaria, saltaba al terreno de juego. Era su debut con la selección absoluta de su país. Y por si faltaba algo era en Skopie, la capital del país y la ciudad donde nació.

Que cuando saltara al campo el resultado fuera de 0-0 y el partido acabara con victoria 2-0 de su selección, es mera anécdota. Lo importante para David es todo lo que pasó en ese partido. Todo comenzó cuando alrededor de la media hora de la primera parte, con Bulgaria jugando mejor, el estadio de Skopie comenzó a corear su nombre. Piel de gallina. Y eso que en los días anteriores, Babunski ya había recibido multitud de mensajes en las redes sociales en los que la gente le animaba y le confesaba que veían en él la luz que debía guiar en el futuro a la selección de Macedonia.

Pero ese detalle del público ya era demasiado. Y allí no se acabó la cosa. Tanto cuando comenzó a calentar en los primeros minutos de la segunda parte, como cuando salió al terreno de juego, se repitieron los gritos en la grada. David jugó media hora y tuvo una destacada actuación.

Cuando acabó el partido, entró rápido en el vestuario. Y se fue directo al servicio. No, no era ninguna urgencia fisiológica. Sabía que por más que lo intentara, no podría contener las lágrimas. Y, en efecto, alguna que otra se escapó.

Este jueves, David Babunski regresó a Barcelona. Y hacia la Ciutat Esportiva se fue, para entrenar con el Barça B e intentar convencer a Eusebio Sacristán de que puede ser un hombre importante en el nuevo proyecto del equipo.