Las diez claves del triste final de temporada del Barça

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

La derrota del Barça ante el Valencia en la Final de la Copa del Rey (1-2) cierra de forma triste una temporada 2018/19 que tras la conquista de la Liga hacía soñar con un tercer triplete.

Sentenciar el título liguero debía haber dado al equipo la tranquilidad y la energía necesarias para encarar los tres encuentros en los que se jugaba la Champions y la Copa. Sin embargo, colapsó ante el Liverpool (4-0) y siguió con el encefalograma plano ante el Valencia.

Se abre un periodo de reflexión en el barcelonismo y, posiblemente, de decisiones que podrían implicar cambios significativos en la plantilla. Estos son las diez claves del triste final de temporada del FC Barcelona

1. LA MESSIDEPENDENCIA

Depender de Messi no es un problema en sí mismo, sino una bendición que ya se extiende por una década. Es el mejor y decide el 90% de los partidos. Sí es un problema cuando el resto de la plantilla no puede sentenciar o ayudar al argentino a desequilibrar el 10% de los encuentros restantes. Leo fue un gran futbolista en Anfield y en el Villamarín, pero no se transformó en el 'D10S' como tantas otras veces, y al Barça se le fundieron los plomos. El genio de Rosario, no obstante, ha mantenido su nivel habitual, sumando una sexta Bota de Oro.

2. COUTINHO/DEMBÉLÉ: NI JUNTOS, RELEVO DE NEYMAR

Dembélé fue baja por lesión y Coutinho estuvo desaparecido en combate en la final del Benito Villamarín. Nada nuevo en los últimos dos cursos. Tras la fuga de Neymar a cambio de 222 millones de euros, el Barça desembolsó 225 millones de euros más 80 en variables por el francés y el brasileño. Su talento es innegable y nadie cuestionó sus contrataciones, pero la realidad es que cada uno por sus motivos, ni Ousmane ni Philippe han conseguido cubrir la ausencia de Neymar en la banda izquierda.

3. ENVEJECIMIENTO DE LA COLUMNA VERTEBRAL

El once de gala del Barça apenas ha variado desde la conquista del triplete de la temporada 2014/15: Ter Stegen, Piqué, Alba, Busquets, Rakitic, Messi y Suárez se mantienen en el equipo, y algunos cambios ni siquiera han sido queridos, como el ya mencionado de Neymar. Cuatro años y cientos de kilómetros más en las piernas compitiendo al máximo nivel. El tiempo pasa factura a un equipo que llega justo de fuerzas a la recta final y decisiva de la campaña si casi siempre juegan los mismos.

4. EL FONDO DE ARMARIO

Al margen de la falta de integración de dos estrellas como Dembélé y Coutinho en el engranaje del equipo, el resto de los fichajes recientes no han respondido a las expectativas con excepción de Lenglet y Arturo Vidal. Siempre quedará la duda de hasta qué punto no fue responsabilidad del técnico no dar más minutos a Malcom o si Murillo y Boateng eran necesarios en invierno, visto lo visto. El asunto es que Valverde tiró de 14 jugadores.

5. NO HAY RELEVO CON GOL

Consecuencia de la falta de acierto en el capítulo de llegadas es que la plantilla se ha quedado sin gol más allá de Messi y Suárez. Leo es el Bota de Oro (51 goles en total) y Luis el segundo en el Pichichi (25 en el global). Respecto a los otros delanteros habituales, un abismo: Dembélé se queda en 14 y Coutinho, en 11. Y no hay aportación de la segunda línea. Piqué (7) es el quinto goleador por delante de Rakitic (5).

6. SIN SOLUCIÓN EN LOS LATERALES

El Barça tiene que reflexionar sobre dos demarcaciones que son muy importantes, dao el estilo de juego del equipo. Jordi Alba ha cuajado una gran temporada pero no ha tenido un relevo con unas garantías mínimas en la banda izquierda tras la marcha de Digne, recurriendo a Vermaelen o incluso a Nelson Semedo cambiado de lado. En la derecha, la indefinición entre Nelson Semedo y Sergi Roberto ha sido cada vez mayor, más aun teniendo en cuenta sus diferentes características.

7. APOSTAR POR ARTHUR O POR ARTURO

Es cierto que a medida que el equipo parecía cumplir los objetivos, el debate se iba diluyendo; se aceptaba que Valverde optara por Arthur o Arturo en función del rival y cómo quisiera jugar. La buena progresión de Arturo Vidal y el frenazo de Arthur Melo, con problemas físicos, acentuaron esta tendencia. El doble paradigma quedó reflejado en los dos fiascos del curso: Vidal fue titular ante el Liverpool y Melo ante el Valencia. Si en Anfield le pasaron un rodillo por encima, en el Villamarín mostró una impotencia suprema. El dato en común: un equipo sin personalidad ni fútbol.

8. LOS KILÓMETROS DE BUSQUETS Y RAKITIC

Sergio e Ivan siempre fueron fundamentales en el equipo y tras la marcha de Xavi Hernández y Andrés Iniesta se convirtieron en imprescindibles. Un mal asunto para el catalán, que cumple 31 años en julio, y el croata que los hizo en marzo. Sus entrenadores quieren que lo juegen todo y que construyan el juego, inicien la presión sobre el rival y ordenen al equipo. Demasiadas exigencias en todos los partidos todos los minutos. Frenkie De Jong está llamado a ayudarles en estas funciones.

9. VALVERDE, SUPERADO EN LOS PARTIDOS CLAVE

Desde los despachos (Bartomeu) y desde el vestuario (Messi) defienden la gestión del Txingurri que ha ganado 2 Ligas, 1 Copa y 1 Supercopa. La plantilla en bloque lo disculpa de las derrotas en los dos partidos que marcan el curso. Y es cierto que la desconexión colectiva en el último gol del Liverpool fue muy grosera. Pero también lo es que Jürgen Klopp le ganó la partida en la eliminatoria en el Camp Nou y en Anfield; y Marcelino volvió a superarle en la Copa. Valverde calcó planteamiento y los cambios en los dos duelos ante los 'Reds' y no tuvo la capacidad de reacción de otras ocasiones en la final.

10. AL FINAL, LOS RESULTADOS NO CERRARÁN EL DEBATE DEL ESTILO

El balance final es que los resultados han ido aplazando el debate en torno al juego del equipo y la necesidad y la capacidad para mantenerse fieles al estilo. Las derrotas en Champions y Copa, pero sobre todo la forma cómo s eprodujeron, vuelven a abrirlo de par en par. La practicidad y un fútbol adaptado a las circunstancias no ha llevado al triplete. De hecho, el día del colapso en Anfield, el Barça fue irreconocible por su falta de fútbol, pero también por su incapacidad para competir más allá de Ter Stegen, Piqué y Messi. En Sevilla, el equipo seguía de luto, pero también si fútbol ni capacidad para competir.