Las claves del 'nuevo' Arthur

Arthur falló una clara ocasión ante el Inter

Arthur falló una clara ocasión ante el Inter / MEDIAPRO

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Arthur Melo progresa muy adecuadamente. En este inicio de temporada, su crecimiento del punto de visto físico, técnico y táctico es palpable para todo el barcelonismo, que observa con optimismo e ilusión su evolución. El juego del brasileño es uno de los puntos más positivos de un arranque de curso en que el equipo de Valverde todavía no ha podido coger la velocidad de crucero. En su segundo curso en el Camp Nou, el ex del Gremio, con tan solo 23 años, se ha consolidado en el once titular del Txingurri, formando, en la medular, una sociedad complementaria con el recién llegado De Jong. Su rendimiento, pues, invita a soñar.

1. Plena adaptación

Es extremadamente complicado para un futbolista procedente de Sudamérica integrarse en un club de la grandeza del Barcelona sin escala previa en Europa. Y Arthur, así como lo hizo en su día Neymar, ha salido victorioso de este titánico reto en que muchos se estrellan.

Quizás el barcelonismo le debe una disculpa. En sus primeros pasos en el Camp Nou, el gran público se sorprendió que llegase con el software incorporado del mejor Barça de la historia: con vocación asociativa, apuesta por el juego posicional y comprensión del fútbol a través del control del balón.  Tal vez, por ello, se le empezó a exigir como si hubiera aprendido el solfeo en La Masia.

A la crítica, al entorno y a alguna voz interna del club se le olvidó que Arthur, obligatoriamente, tendría que pagar el peaje de una adaptación, que va mucho más allá del ritmo de juego, y que incluye factores extra campo que implican jugar fuera del país natal donde hay otra cultura. El volante, que tuvo sus alto y bajo y jugó castigado por molestias física, ya está ambientado para dar lo mejor de sí, y, todo ello, lo ha conseguido en un tiempo récord.

2. La Copa América

Desde el entorno de Arthur se apunta que la conquista, este último verano, de la Copa América ha supuesto un trampolín en su carrera y una inyección de autoconfianza. El blaugrana fue titular en todos los encuentros (con excepción del primero en que Tite no quiso arriesgar por un golpe recibido en la rodilla derecha en un amistoso contra Honduras), encadenando cinco actuaciones completas de 90 minutos (lo que no había conseguido hacer con el Barcelona) y rindiendo a un muy buen nivel. Brasil, que tenía la presión de jugar como anfitrión y, encima, no contó con el lesionado Neymar, se impuso en el torneo continental con solvencia, superando a Argentina en semifinales y ganando la final en Maracaná, contra Perú. Arthur, que un año atrás no había sido llamado para el Mundial de Rusia, se convirtió en un intocable del nuevo proyecto de Tite para Catar 2022.

3. Adiós a las molestias

En la concentración previa a la Copa América, gracias al descanso y al trabajo de los recuperadores de la Seleçao, el volante pudo hacer limpio de la pubalgia que le mermó y condicionó toda la temporada pasada. Este fue el principal motivo por el que Valverde lo sustituyó en todos los partidos de Liga que disputó.  La buena pretemporada que ahora ha realizado (el Txingurri lo reservó en las dos primeras jornadas ligueras) le permite disfrutar de sus mejores sensaciones, pudiendo afrontar con garantías 90 minutos de juego.

Desde que fichó por el Barcelona, Arthur siempre ha mantenido el mismo peso. Siguiendo, a rajatablas, las indicaciones de los preparadores del Barça y de la Canarinha ha ido progresando en su puesta a punto, sin necesidad de tener un preparador físico personal. El brasileño, siempre en constante desarrollo, es una esponja, abierto a los mejores consejos para mejoras sus hábitos y hacerse un hueco en la élite del fútbol mundial.

4. Vocación ofensiva

Arthur ha dejado de jugar enyesado para minimizar los errores. Valverde, en el Barça, y Tite, en la Seleçao, le piden que no se limite a marcar el tempo de juego, sino que se deje ir, que arriesgue con pases en profundidad, que pise área, que participe en la creación ofensiva y… que chute a portería. 

Si el brasileño terminó el primer curso en blanco y con una asistencia, ahora, en dos meses, ya acumula dos golazos (en Pamplona y, en el Camp Nou, contra el Villarreal) que han servido para ganar puntos y dos asistencias. Arthur no quiere marcarse una meta, pero está convencido que seguirá viendo portería con asiduidad. Los números ofensivos reflejan la ascendencia de un futbolista que, por su calidad, juventud y visión de juego, cuenta con los mimbres necesarios para convertirse en un centrocampista total.

5. Respeto del vestuario

Arthur, que además destaca por su afabilidad y cordialidad, se ha ganado el respeto de las ‘vacas sagradas’, conscientes que puede ser un elemento que marque diferencia . Lo suyo es casi un milagro. En diciembre de 2016, aún sin oportunidades en el Gremio, pidió para ser traspasado, menos de tres años después, ganó la Libertadores, donde fue elegido MVP de la final, y es titular indiscutible en la Seleçao, donde conquistó su primer título en su primera competición oficial, y en el Barcelona que lidera el mejor jugador de todos los tiempos.