Las causas del bloqueo mental del Barcelona en Anfield

La desconcertante derrota del FC Barcelona el pasado martes, dejándose remontar un ventajoso 3-0, del partido de ida, ante el Liverpool ha sacudido el escenario del fútbol en Europa y en especial entre los aficionados culés.

Sin embargo, permítanme expresar que lo acontecido no es tan aislado como en principio se puede pensar. Sin ir más lejos el propio FC Barcelona dejó en la cuneta al PSG francés después de remontarle un 4-0 en el partido de la ida, el propio Ajax dejó en la cuneta a Real Madrid y Juventus a pesar de ir en clara desventaja en los partidos de ida, y él mismo ha sido eliminado tras una remontada de 3 goles por el Tottenham en el propio estadio holandés.

Sin embargo, en el caso del club culé, la situación está agravada porque el año pasado le ocurrió el mismo percance ante la Roma. 

¿QUÉ OCURRE?

En el mundo del alto rendimiento tiene unas características diferentes al resto del mundo. En primer lugar, estamos hablando de equipos de altísimo nivel. Cualquier pájara por pequeña que sea puede ser castigada con dos o tres goles sin que apenas te des cuenta, porque delante tienes grandes competidores. 

Me gustaría explicar lo que creo que ocurre en la cabeza de los jugadores y que les provoca este bloqueo temporal durante el que parece que el mundo se les ha detenido (y es que prácticamente es así).

La atención de los jugadores no es infinita ni ilimitada. Es grande, es específica, pero es finita. Durante un partido está dividida en dos polos: una parte de la atención se dedica a recordar el 'Plan de Partido' que explicó el entrenador, mientras que la otra parte se dedica a analizar el 'Entorno de Juego' (Fig. 1). En esta situación se produce un 'diálogo' constante entre lo que ve y analiza el jugador y lo que hay que hacer en cada caso (Plan de Partido). Si el partido va por derroteros predecibles, el jugador no tiene problemas. 

El problema surge cuando en el entorno aparecen acontecimientos inesperados.

EL BLOQUEO MENTAL

Cuando en el entorno aparecen acontecimientos inesperados, una parte de la atención se desplaza automáticamente hacia él, intentando entender qué y por qué ocurren. En ese momento, la atención (que es finita) desatiende el recuerdo del Plan de Partido para pasar a interpretar los nuevos acontecimientos, reduciendo la calidad del juego. (Fig.2)

A este factor suelen unirse pensamientos (inútiles pero habituales) del tipo "¿qué pasará si perdemos?". En el momento en que la atención empieza a analizar en directo lo que puede ocurrir en el futuro, pierde el presente y el juego todavía empeora.

El siguiente paso es que la capacidad de prestar atención al juego es eliminada y jugadores y equipo quedan literalmente en blanco y bloqueados.

LA SOLUCIÓN

¿Hay solución para que esto no ocurra? Desde mi punto de vista, la única solución a este problema es haber preparado el partido con tanta solvencia, anticipación y concentración, que el recuerdo del Plan de Partido esté fijado por prácticas y minutos de pensar en ello, y no dependa tanto de la atención del momento sino más de la memoria a medio-largo plazo. 

Si pensamos en el partido del martes pasado, seguramente el Liverpool empezó a preparar el partido de vuelta un par de horas después del partido del Camp Nou y en ningún caso empezó a pensar en la final de Madrid, solamente en "qué hay que hacer para remontar". El equipo que ganó el primer partido, posiblemente viéndose más fácilmente en la final, no reparó en que cada minuto destinado a pensar en el futuro, en realidad, preparaba la debacle del presente.

Xesco Espar es coach, experto en Alto Rendimiento.