Las bajas pueden obligar a Koeman a cambiar de sistema

Ronald Koeman llegó al Barça el pasado verano decidido a reanimar un equipo herido de muerte tras la deblace frente al Bayern de Múnich en la Champions. El neerlandés ha cambiado muchas cosas: la plantilla, en la medida de las posibilidades económicas del club, los hábitos de trabajo y rutina, e incluso el sistema táctico. Muy pocos técnicos pueden entrar en la caseta del Camp Nou, borrar de la pizarra el 4-3-3 y dibujar el 4-2-3-1 sin desatar un debate fundacional.

Uno de los entrenadores con licencia para cambiar en can Barça es el héroe de Wembley. Sin embargo, obligado por las circunstancias en forma de bajas, Koeman podría optar por recuperar el 4-3-3 o recurrir al 4-4-2 de manera provisional ante el Dinamo de Kiev el martes en la Champions o frente a Osasuna el domingo en La Liga.

LA EVOLUCIÓN

El motivo no sería otro que las numerosas ausencias en el pivote y el eje central de la defensa. La falta de efectivos ante el Dinamo y Osasuna ya obligarán a reconvertir a De Jong y retrasar su posición. Sergio Busquets se ha multiplicado durante más de una década como mediocentro del 4-3-3, escoltando a los dos interiores de corte más ofensivo, aunque en las últimas campañas de Ernesto Valverde ya hubo muchos matices. 

Si con Luis Enrique Martínez el juego ya se volvió más vertical y vertiginoso, el Txingurri dibujó en muchos encuentros un 4-4-2, con el mediocampo en rombo; y el 4-3-3 quedaba muy matizado en función de que el tercer centrocampista fuera Arthur Melo o Arturo Vidal, y por supuesto por la libertad de movimientos de Leo Messi.

UN SOLO PIVOTE

Al contar con solo uno de sus pivotes habituales, Miralem Pjanic, quedaría la opción de centrar la posición del bosnio y escoltarlo con dos interiores como Coutinho y Pedri (Aleñá y Riqui Puig son dos alternativas), y dibujar por delante la línea de ataque de tres con Messi, Dembélé y Griezmann. O bien, formar un rombo con Pjanic y Coutinho o Pedri en los vértices y estos escoltados por dos interiores en los costados.

Con todo, Ronald es partidario de dominar la zona ancha con dos jugadores encargados de repartirse las tareas tácticas y de inicio de la creación por detrás de la línea de mediapuntas buscando una mayor solidez defensiva. 

Setién, del 3-5-2 al doble pivote

Quique Setién ha sido quizás el técnico que más varió el dibujo táctico en los últimos años, sobre todo en los desplazamientos. En su media campaña en Can Barça, al margen del habitual 4-3-3, probó otras fórmulas.

Por ejemplo, en el Valencia-Barça (2-0) arrancó con un 3-5-2 con Piqué, Umtiti y Roberto de cierre; Fati, Arthur, De Jong, Busquets y Alba en la zona ancha; y Messi y Griezmann en ataque.

En el clásico del Bernabéu (2-0), Quique ordenó de inicio un 4-4-2 con un doble pivote formado por Busquets y Arthur, Arturo Vidal y De Jong como interiores y Messi y Griezmann en punta.

Y en el Atlético-Barça (2-2) presentó un 4-4-2 con Busquets de pivote escoltado por Rakitic y Vidal, Riqui Puig en la media punta y Suárez y Messi arriba.