Las alternativas a Andrés Iniesta para el Barça-Chelsea

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Ernesto Valverde no pudo disfrutar plenamente el triunfo del FC Barcelona sobre el Atlético de Madrid en la Liga (1-0). En los próximos días deberá encontrar la fórmula para minimizar el efecto de la baja de Andrés Iniesta de cara al partido de vuelta de los octavos de final de la Champions 2017/18 contra el Chelsea el próximo 14 de marzo.

El golazo de Leo Messi sentenció prácticamente el campeonato liguero. El Barça deberá a partir de ahora administrar esos 8 puntos de ventaja sobre el Atlético, y ya tiene marcado en rojo la fecha de la final de la Copa del Rey frente al Sevilla: 21 de abril en el Wanda Metropolitano.

Todo por decidir en la Champions

Otro asunto es la Champions, cuya fase decisiva acaba de arrancar. El Barça regresó de Londres con un magnífico 1-1 cosechado en Stamford Bridge. Pero para eliminar al Chelsea deberá ofrecer su mejor versión. Algo complicado si no puede contar con Iniesta en el centro del campo.

Mientras el capitán del Barça aprieta en su recuperación para estar a punto para la cita del Camp Nou, Valverde ya busca alternativas a la baja de 'Don Andrés', con el handicap añadido de que el principal candidato, Philippe Coutinho, no está disponible. El brasileño, como es sabido, ya disputó la fase de grupos de esta temporada con el Liverpool.

Completar el once inicial en ausencia de Iniesta y Coutinho obliga a Valverde a apostar por opciones con perfiles muy diferentes, hasta el punto de tener que cambiar el dibujo.

CUATRO ALTERNATIVAS

Así las cosas, estas son las cuatro principales alternativas a Iniesta en la plantilla del Barça:

  • Paulinho Bezerra: Ha participado en 38 partidos oficiales (8 goles y 2 asistencias), 7 de ellos en la Champions. Hasta la llegada de Coutinho y durante la baja de Dembélé fue la apuesta habitual del técnico completando el rombo del 4-4-2. Es un perfil totalmente distinto al de Iniesta. Mucho más físico, con mucha llegada al área rival y gol y capacidad para el juego de contacto. Tácticamente mucho más limitado que el manchego, suele tener muchos problemas con el juego posicional y combinativo. Fue titular en la ida contra el Chelsea y Valverde tuvo que defenderlo de las críticas. Está acusando la acumulación de minutos y kilómetros: lleva un año seguido compitiendo.
  • André Gomes: Ha disputado 24 partidos oficiales (1 asistencia), 6 de ellos en la Champions. La definición gráfica de su situación actual es la reacción de Valverde durante el Barça-Atlético cuando un sector del Camp Nou abucheó al portugués. Aparentemente, Ernesto juró en arameo mientras reclamaba aplausos en vez de pitos. La realidad es que el portugués no acaba de cuajar en el Barça y el mismo técnico prescinde de él durante largos periodos, aunque acaba apareciendo en el once en los partidos importantes. Un indicio que avala su candidatura: cuando se lesionó Iniesta, el fue el elegido.
  • Denis Suárez: Ha disputado 18 partidos (3 goles, 6 asistencias), 2 de ellos en la Champions (1 asistencias). Sobre el papel, su perfil es el más parecido al de Iniesta, con el añadido de que domina el juego de posición típico del Barça. El problema es que el centrocampista gallego ha ido perdiendo presencia en el once y sus irregulares actuaciones no le han ayudado. Parece sentenciado desde hace unas semanas, especialmente tras la derrota frente al Espanyol en la Copa (1-0). Si está inspirado, aporta combinación, llegada al área, uno contra uno, pase...
  • Ousmane Dembélé: Ha jugado 11 partidos (4 asistencias), 1 de ellos en la Champions. Todo el mundo espera a Dembélé, empezando por Valverde. Demasiado joven quizás para asumir la dimensión de su carísimo traspaso, las lesiones y la ansiedad han penalizado su llegada al Camp Nou. Tenía que formar el tridente del futuro junto a Messi y Luis Suárez; quizás lo consiga la próxima campaña. En la actual, el entrenador del Barça está dosificando su entrada para que coja los automatismos del estilo blaugrana en defensa y ataque y se libere futbolísticamente. Si entra en el once inicial, supondría dejar de lado el 4-4-2 y volver al 4-3-3.