Laporta: El primer café, con SPORT

Lo primero que hizo este lunes Joan Laporta después de su victoria en las elecciones fue desayunar con nuestro diario

El nuevo presidente del Barcelona rememoró las vivencias de una noche mágica para él y los suyos

Así ha sido el primer día de Laporta en la Ciudad Deportiva del Barça

Laporta visita a los primeros equipos / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

Con los ojos recién despegados pero con una amplia sonrisa se presenta Joan Laporta a su cita con SPORT. La primera del día, a las 8.30 de la mañana, puntual. La primera de la semana... La primera como presidente del FC Barcelona.

Los buenos días es la portada con una fotografía suya en la que aparece con los brazos extendidos y los dedos en señal de victoria. “Je, je, je… ‘Laportazo’. ¡Qué chulo!”, dice. Y empieza a repasar el diario, sentado en una mesa exterior de un bar de la Diagonal, próximo a su oficina, donde van pasando aficionados que le saludan, le felicitan o le piden un selfie. El día es deprimente, llorón, pero a él le sabe a gloria.

Se fija en la noticia del empate de Madrid que le abre las puertas al Barça a la Liga. “Ya verán estos…”, piensa. Pide un café y va pasando páginas. Se queda anclado en algunas como el 1x1 de su junta o el el gráfico del largo historial de presidentes del club. Le gustan.

En esas llega Rafa Yuste, con un paraguas, y se sienta a su lado. Son amigos desde que tienen uso de razón y ahora también lo son sus hijos pequeños. Ambos, saliendo de la adolescencia, apenas recuerdan lo vivido en 2003 y son los que más les presionaron para volver a presentarse.

Rafa Yuste y Joan Laporta compartieron el primer café del día con Albert Masnou, subdirector de SPORT

 Rafa Yuste y Joan Laporta compartieron el primer café del día con Albert Masnou, subdirector de SPORT / VALENTÍ ENRICH

No se han perdido ni un acto durante esta larga campaña y ayer, después de conocerse la victoria de Laporta, se fundieron un un abrazo que aún recuerdan. “Fue muy bonito” dice Laporta. Yuste asiente.

“Ellos nos insistieron mucho porque querían vivirlo. No fue el caso de sus hermanos mayores, que también recuerdan los malos momentos”, agrega Joan.

Es inevitable comparar lo vivido en 2003 con el 2021. “Fue algo más pasional”, dicen. Toca empezar a trabajar para darle la vuelta a la tortilla, como entonces. Y está confiado, convencido de repetirlo, aunque a estas horas la energía escasea.

VISITA A LA VIRGEN

Y es que la noche fue larga después de las elecciones. Después de todas las entrevistas y celebraciones, Laporta se paseó con Rafa Yuste y Jordi Finestres por el museo del club, por el rincón de Johan Cruyff.

Como quien va a la iglesia a agradecerle a la virgen la ayuda prestada durante las últimas semanas. Fue algo íntimo, casi privado. Ya sin ruido ni jolgorio a su alrededor. Era su momento de paz, el final de una jornada maratoniana. Y es que Johan está muy presente en su día a día, en sus recuerdos, en sus decisiones, en sus motivaciones. Era el momento de darle las gracias.

A las dos y media de la madrugada, Joan llegaba a casa, no lejos del Camp Nou. Pensaba en echarse en la cama pero no fue así. Allí le esperaba otra fiesta, el reencuentro con su familia, hijos y sobrinos, que no había podido ir al box del Camp Nou. Y Fermín, su amigo que le controla la comida. Hubo más jarana.

Laporta y Yuste leyeron SPORT mientras desayunaban

Laporta y Yuste leyeron SPORT mientras desayunaban / VALENTÍ ENRICH

No es de extrañar que en la mañana del lunes todavía estaba afónico, con los ojos despegándose. “He dormido poco, pero suficiente” dice mientras mira a Eduard, su sombra cuando fue presidente y que ahora lo volverá a ser. “Yo solo quiero una camaaa”, respondía éste al ser cuestionado sobre qué deseaba tomar.

Le toca desperezarse porque desde hoy no hay tregua con Laporta que enumera el plan del día: ”Dos entrevistas a radios, test de antígenos en la Ciutat Esportiva, un rato en el despacho, comida con todos los integrantes de la junta y los ejecutivos en un restaurante al aire libre donde celebraremos más la victoria de ayer y empezaremos a trabajar, reunión con Tusquets, vuelta al despacho... Y yo qué sé más. Y el martes, ¡A París!”. Su cuerpo le pide marcha.

A POR LA FOTO

Se hace una fotografía sentado bajo la carpa que le protege de la lluvia. “¿A verla?”, le dice a Valentí Enrich, un fotógrafo tan brillante como incansable. “Está oscura”, le dice Laporta. Y es que a Valentí, como todos, la noche se le ha hecho corta. Es entonces cuando a afloran las fuerzas de Laporta. “Salgamos de aquí debajo”.

Y se pone de espaldas a la Diagonal para revivir un momento único, el de una noche que le retona al palco del Camp Nou. Junto a su gente, como Yuste, junto a sus hijos a los que adora y junto a Johan, siempre presente.