Lamine Yamal: del susto a una exhibición centenaria

El mundo del fútbol empezó sin saber si Lamine Yamal podría jugar contra el Inter de Milán y acabó alucinando con las genialidades del futbolista más en forma del planeta. De una joya que, con solo 17 años, será uno de los candidatos más firmes al Balón de Oro 2025 si el FC Barcelona cierra la temporada con títulos importantes.

Lamine Yamal da el susto: molestias en el calentamiento antes del Inter

No empezó nada bien la noche para los intereses culers. Lamine dio el susto en el calentamiento y, aunque las molestias musculares no le impidieron jugar la ida de las semifinales contra el Inter de Milán, el conjunto nerazurro se adelantó en el primer minuto de juego. En el 20', el cuadro italiano puso tierra de por medio con el segundo tanto de la noche.

El Estadi Olímpic Lluís Companys de Montjuïc no estaba viviendo un encuentro nada agradable... hasta que apareció el genio de Rocafonda. En un momento en el que los ánimos culers estaban muy mermados, Lamine pidió el balón y dejó muy claro con una jugada absolutamente espectacular que aún quedaba mucha eliminatoria por jugar. No había nada perdido.

Recibió el esférico en zona de tres cuartos, ganó un duelo a Marcus Thuram, realizó un cambio de ritmo para superar con mucha facilidad a Henrikh Mkhitaryan y, entre el mar de piernas de defensores visitantes, efectuó una definición imparable. Sommer no pudo hacer nada más que seguir con la mirada el disparo que desató la esperanza en Montjuïc.

Líder absoluto

Instantes después, Lamine Yamal estrelló un balón contra el larguero tras una nueva jugada individual desde la banda derecha del ataque. El Inter de Milán comprobó entonces que el extremo no estaba dispuesto a rendirse y sería un auténtico dolor de muelas. Federico Dimarco no sabía qué hacer para frenarle. Y, mientras tanto, en las redes sociales, Leo Messi era 'trending topic'. Sobra decir por qué.

Lamine Yamal se echó el Barça a la espalda cuando nada creía hasta el punto de que todos sus compañeros lo buscaban en todo momento. Fue un recital de principio a fin. Sin treguas para los zagueros nerazzurri, incapaces de encontrar la fórmula para mitigar el daño que les estaba haciendo.

Montjuïc alucinó con todas las acciones del canterano. Regates acrobáticos, remates inverosímiles, ruletas mágicas. Repertorio de un 'crack' mundial que, en el día que cumplía 100 partidos con el primer equipo del Barça (gesta conmemorada con una camiseta especial al final del compromiso, aunque con caras algo amargas por su parte y la de sus compañeros al no poder cerrar el encuentro con victoria), dejó claro al mundo del fútbol que va a marcar un antes y un después.