Lamine Yamal, una renovación barata

Está todo encarado para que, el próximo mes de julio, el Barça y Lamine Yamal firmen un nuevo contrato que situará al canterano al nivel económico que su fútbol y ascendencia sobre el equipo merece. Existe pleno convencimiento de que, más allá de las diferencias lógicas a la hora de negociar un acuerdo tan importante como este, estructural para la entidad, todo acabe bien. El propio futbolista fue contundente a principios del mes de enero: "Voy a renovar mi contrato con el Barça". No hay plan B porque nadie ni siquiera se lo ha llegado a plantear.

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Por si hubiera alguna duda respecto a la capacidad financiera del club para atar al de Rocafonda, el cambio normativo presentado por LaLiga el pasado 22 de abril facilita las cosas. Y es que la patronal ha introducido una cláusula clave que permite a los clubes renovar a jugadores menores de 24 años aunque no dispongan de margen en su límite salarial. La única condición es que el futbolista debe haber estado contratado íntegramente durante al menos las tres temporadas anteriores y consecutivas en el mismo club. Lamine cumple con todo. Después será el Barça quien deberá equilibrar el posible exceso en el límite salarial a lo largo de la temporada, tal y como también incluye la norma.

El jugador en este momento acaba contrato en 2026 y la intención es firmar una renovación por cinco temporadas, hasta el 30 de junio de 2030. A nivel salarial, el futbolista se situaría ligeramente por debajo de los que más cobran, en la primera escala, aunque ahí existen ciertas diferencias porque desde el entorno del futbolista se considera que, por su importancia en el equipo, debería estar, por lo menos, al mismo nivel. El Barça acabará entendiendo, incluso por un tema de imagen, que así debe ser. Si Lamine Yamal es el buque insignia del proyecto, el trato debe estar al mismo nivel.

De hecho, la renovación de Lamine Yamal, más allá de su juventud, es oro puro para el Barça porque, como ocurría con el Barça, el de Rocafonda es una máquina de hacer dinero a nivel comercial y publicitario. Es, por supuesto, el jugador que más camisetas vende con su nombre y las ofertas para convertirle en imagen de muchas marcas llegan sin cesar. Y existe otro factor que también se tiene en cuenta y así debe ser: no existe en el mercado alguien como él y quienes podrían seguirle de lejos supondrían una inversión imposible para las arcas culés.

Los traspasos son muy caros

Son muchos los ejemplos de fichajes de futbolistas juveniles que han costado una millonada y cuyo rendimiento no ha sido el esperado comparado con el gasto que supusieron. Sin ir más lejos, Mbappé firmó por el PSG procedente del Mónaco con 18 años (lo mantuvo un año cedido en el Principado) y el club parisino pagó 140 millones de euros más bonus por el delantero. Su rendimiento en el Parque de los Príncipes fue bueno a nivel local, pero nunca ganó la Champions.

Joao Félix, por ejemplo, también era Sub-19 cuando dejó el Benfica por el Atlético, que tuvo que abonar casi 130 millones de euros. Y nunca llegó a triunfar como colchonero. Hay más casos: De Ligt, central del Ajax, se marchó a la Juventus previo pago de más de 85 millones, mientras que el PSG desembolsó 50 'kilos' por Doué el pasado verano.

El Real Madrid es un experto en este tipo de inversiones, con Vinicius, Rodrygo y Endrick a la cabeza. Todos ellos eran Sub-19 cuando llegaron al Bernabéu y los tres juntos suman una inversión de 137,5 millones de euros. Se trata, en definitiva, de cifras altísimas por jugadores cuya perspectiva de futuro es enorme y que, en muchos casos, se acaba cumpliendo.

El Barça, en cambio, no necesita acudir al mercado para encontrar a uno de esos futbolistas que marcan diferencias, sino que ayudó a su crecimiento desde el fútbol base y lo disfruta ya en la primera plantilla. Su renovación, aunque no sería conveniente perder la cabeza, será barata se mire por donde se mire.