Lamine Yamal calla bocas en el día indicado

Acabe como acabe esta Liga, será difícil explicar esta temporada sin la remontada del Barça ante el Atlético de Madrid. Un partido que dejó en evidencia varias cosas importantes.

El 1x1 del Barça contra el Atlético

Entre ellas, que Hansi Flick ha dotado a su equipo de un gen ofensivo y ganador que no entiende de resultados ni de contextos. Un estilo de juego arriesgado, pero que de momento ha sido fuente de grandes alegrías para el equipo.

Dicho estilo tiene a varios representantes claves sobre el campo: la inteligencia de Pedri con balón, la determinación de Raphinha en cada acción con y sin pelota, el riesgo de los centrales cada vez que tiran la línea, el gol de Lewandowski y la alegría y el desparpajo de Lamine Yamal.

Callando a los críticos

El tratamiento de estrella que recibe el extremo implica cosas como ser mirado con lupa en cada actuación. Cada jornada que pasaba en Liga sin marcar atraía las críticas de aquellos que elegían, por decisión propia, obviar el talento descomunal y la facilidad para desnivelar partidos de un chico de 17 años.

Para ser decisivo no siempre hay que marcar goles y Lamine es la prueba de ello. No obstante, en ocasiones se notaba que el extremo ansiaba marcar y dejar atrás esa racha en el campeonato nacional.

Lo hizo (y de qué manera) en el mejor momento posible. En un partido que puede decidir LaLiga, erigiéndose en la estrella de un equipo que se estaba levantando de la lona tras los golpes recibidos con los goles de Julián Álvarez y Sorloth y dándole al Barça un punto de moral y confianza que puede marcar el camino del equipo azulgrana en este tramo final.

Un jugador diferente

Tuvo suerte en ese remate que desvió Reinildo, la misma suerte que le faltó en el inicio del encuentro, cuando mandó una pelota al palo tras una gran combinación con Dani Olmo. Pero si algo ha demostrado Lamine desde su irrupción en el fútbol profesional es que él se encarga de buscar esa suerte constantemente.

Su insistencia a la hora de regatear y su determinación a la hora de buscar la portería rival constantemente siempre le mantendrán más cerca de encontrar el premio que a otros.

Ante el Atlético Lamine no solo marcó, también mandó un baló al palo, dio un pase clave, regateó 6 veces en 9 intentos y ganó 11 duelos de los 21 que disputó. Para colmo, aportó incluso a nivel defensivo, con tres entradas exitosas.

Lamine Yamal se encargó de dar el golpe definitivo al Atlético, de elevar al Barça al estatus de máximo favorito a ganar esta Liga y, por el camino, calló todas esas bocas que ignoran todo lo que hace más allá del gol.