La huella de Cruyff en Vigo

La filosofía de Cruyff, en el Celta

La filosofía de Cruyff, en el Celta / F. Zueras

Sport.es

Carlos Mouriño, presidente del Celta, tiene una predilección por los entrenadores que, con matices tácticos diferentes, están marcados por el 'adn' que Johan Cruyff impuso en el Barcelona. Con la elección de Óscar García como sustituto de Fran Escribá, el conjunto gallego suma ya cinco técnicos que se han formado bajo el sello futbolístico de Cruyff.

Hristo StoichkovEusebio SacristánLuis Enrique y Juan Carlos Unzué fueron las anteriores apuestas del dirigente gallego desde que aterrizó en la entidad en el 2006. A Carlos Mouriño, además, no le ha preocupado que llegasen al banquillo del Celta sin acumular una gran experiencia. Todos tienen en común que tuvieron a Johan como maestro y han asumido muchos de los conceptos que el holandés desarrolló en el Barça.

El primero

Hristo fue el primero de Mouriño, que solo llevaba unos meses como presidente del Celta cuando sorprendió con la elección del búlgaro. Llegó en abril del 2007 y dejo el equipo en octubre.

No logró los objetivos marcados, ascender a primera división. Una apuesta que no dio los frutos esperados y que dejó bastantes incógnitas con su marcha. ¿Fue cesado? ¿Se fue Hristo? Oficialmente Stoichkov abandonó por asuntos personales, pero el equipo estaba a seis puntos de la zona de ascenso y estaba siendo muy criticado.

Eusebio marcado por la cantera

Eusebio Sacristán aterrizó en Vigo en el 2009 y se fue en el 2010. El vallisoletano impuso el fútbol control y el buen trato del balón, pero por encima de todo es recordado por una apuesta muy valiente por la cantera.

Él fue el primero en confiar en Iago Aspas, un futbolista que está marcando un etapa en el Celta y, sin duda, el futbolista referencia de toda una generación de aficionados. También de Hugo Mallo, otro jugador de peso en el equipo.

Los últimos

El máximo accionista del Celta volvió a rebuscar en la 'escuela Cruyff' para dirigir a su equipo. Primero Luis Enrique y después Juan Carlos Unzué. El exseleccionador encontró en Vigo las condiciones idóneas para confirmar su capacidad en el banquillo y su trabajo le abrió las puertas, posteriormente, del Barcelona.

El Celta de Luis Enrique acabó noveno, desarrollando un fútbol muy atractivo e interesante y haciendo crecer a jugadores como Rafinha y Nolito.

Unzué solo estuvo una temporada en el cargo (la 17/18) y se le cortó el contrato porque no logró los objetivos fijados. Pagó, sin duda, que el equipo se le vino abajo en la segunda vuelta cuando su inicio de temporada había sido espectacular.

Óscar García cierra ahora el círculo. Otro pupilo de Johan Cruyff en el banquillo.